viernes, 18 de marzo de 2011

La calzada perdida

Cuando se llevaron a cabo las obras del aparcamiento subterráneo de los Jardines del Cristina, hace ya varios años, aparecieron varios restos arqueológicos. Los hornos almohades se ¿conservaron? en el propio aparcamiento, los restos de un edificio portuario se derribaron, un gran mosaico se llevó al Museo Arqueológico donde se supone que está y parte de una calzada romana se desmontó y se guardó no se sabe muy bien dónde.

Años después, se está interviniendo en estos Jardines para rehabilitarlos y que vuelvan a ser un lugar de paseo y esparcimiento. Las obras culminarán en junio y, casualidades de la vida, la calzada romana vuelve a aparecer en la historia. El Ayuntamiento ha planteado que la calzada sea instalada en la avenida de Roma, donde apareció, pero a nivel de calle, para que pueda ser contemplada. Para ello será necesario contar con el aval de la Comisión de Patrimonio. Sin duda una gran noticia, sólo esperamos que no se instale de cualquier modo, sino que esté protegida contra actos vandálicos y las inclemencias del tiempo, de lo contrario, es preferible que se quede allá donde esté. Ojalá esta recuperación sirva para poner también en valor el mosaico desaparecido, que bien podría ubicarse en el nuevo Antiquarium como resto de la Hispalis romana que tan poco conocemos.

* La imagen corresponde a un tramo de calzada romana de Mérida

2 comentarios:

El Pasado de Sevilla dijo...

como la instalen igual que el pavimento de la avenida de la constitucion, no va a durar na, y menos para los amantes del expolio, que mas de un aljarafeño que yo me se tiene su porche decorado con restos de calzada.

Brigadier Sánchez dijo...

Lo primero que han de hacer los politicos es no jugar a lo que no saben y dejar estos temas en manos expertas, en este caso arqueólogos y ellos dictaminarán lo mejor para esta calzada.

Soy partidario de que se exponga, como cualquier otro tesoro arqueológico, pero con las debidas precauciones y sobre todo protegida contra los cafres que su único propósito es destruir.