jueves, 3 de febrero de 2011

San Hermenegildo vuelve a la palestra


El candidato socialista a la alcaldía está dispuesto a contar con el voto cofrade, un sector tradicionalmente más cercano a los populares. Primero anunció que Santa Clara acogería los ensayos de las bandas de cornetas y tambores, un proyecto que ya ha sido cuestionado tanto por el arquitecto que llevó a cabo las obras de rehabilitación del convento, José García Tapial como por otras entidades que ya tenían prometido contar con su sede en Santa Clara, caso de la Orquesta Barroca de Sevilla. La nueva ocurrencia de Espadas relacionado con las Hermandades es la propuesta de ceder la antigua iglesia de San Hermenegildo al Consejo de Hermandades para que establezca su sede y de paso, se convierta en una zona de exposiciones donde dar a conocer la Semana Santa sevillana.


Como muchos recordarán, hace años ya existió una interesante propuesta de Centro de Interpretación de la Semana Santa. Este nuevo inmueble venía a dar un aspecto más que digno a una zona completamente degradada de la ciudad, la explanada que hay junto a las Naves del Barranco. Se trataba de una completa operación urbanística que insertaba el edificio en los bajos del Puente de Triana y dotaba a la ciudad de un interesante complejo turístico y cultural que servía de nexo de unión entre el centro histórico y Triana. Cambió el delegado de Fiestas Mayores y el proyecto se mandó al cajón (o más bien baúl, por la cantidad de proyectos que hay olvidados) donde acaban tantas y tantas ideas que se proponen en esta ciudad.

El interés del Consejo por San Hermenegildo no es nuevo. A finales de 2008 el Ayuntamiento recibió dos propuestas de uso para este edificio, por un lado el Consejo quería que fuera su nueva sede ante las estrecheces de la actual y por el otro el parlamento de Andalucía se ofrecía a restaurar el edificio a cambio de que se instalara en él una exposición permanente sobre la Comunidad Autónoma. Ambos proyectos cayeron en el olvido tras una gran polémica y San Hermenegildo se quedó sin uso, esperando durante años una restauración que no termina de llegar y que amenaza con hacer desaparecer para siempre las yeserías que decoran su sala principal, datadas entre finales del siglo XVI y principios del XVII. Esta situación mantiene al edificio en nuestra lista de monumentos en peligro.

San Hermenegildo es propiedad del Ayuntamiento, que la utilizó como sala de exposiciones durante años. El grave estado de conservación del edificio hizo que se cerrara al público y desde entonces nadie ha movido un dedo por su salvación. Lo mejor para todos sería que el Ayuntamiento asumiera su restauración y le devuelva el uso cultural público que nunca debió perder. ¿Cuál será la próxima ocurrencia de Espadas?


2 comentarios:

Nacho dijo...

Es lógico que se le quiera dar un uso a un edificio tan emblemático y situado en el centro de la ciudad. Desde luego, siempre que sea un uso compatible con la entidad histórica del edificio, es mejor que dejarlo como está ahora.

Sin embargo, aunque como sede del Consejo de Hermandades podría ser una buena opción, la alternativa de servir como centro para exponer a los visitantes lo que significa la Semana Santa me parece demasiado improvisada.

La Semana Santa tiene un peso muy grande en la ciudad desde varios puntos de vista -religioso, cultural, turístico- y eso la convierte en un patrimonio (material e inmaterial) que debemos cuidar y difundir para que no acabe desvirtuándose.

El proyecto que se planteó con anterioridad en las Naves del Barranco parecía bastante bien planteado y, además, permitía recuperar esa zona del río, algo que sí se está llevando a cabo en el Muelle de Nueva York.

Sea porque se retome ese proyecto o porque surja otro nuevo mejor planteado, la ciudad debe apostar por buscarle un lugar digno e incluirlo dentro de la oferta cultural ya existente en Sevilla.

Otro edificio que siempre me ha llamado la atención por lo poco aprovechado que está pese a su enorme tamaño y potencial es la Fábrica de Altadis, al lado del río. Alguna idea hubo, pero como muchas cosas en la ciudad, nunca más se supo y acabó en el gigantesco "cajón" de los olvidos.

Sergio Harillo dijo...

La realidad es que ese edificio, por su morfología, es muy mal lugar para exposiciones. La sala principal es relativamente pequeña y elíptica con lo que las exposiciones que se montaban allí quedaban estrechas y era difícil ver las obras sin chocarte con la pared de enfrente o con otra persona.

¿Solución? La única que le veo es que se dedique a sala de conciertos. Precisamente por ser una iglesia y por su planta elíptica, tiene buena acústica, además, lo que en su día fue el altar puede servir para ubicar a los músicos estando el público en la "nave".

Sería una magnífica sede para la Orquesta Barroca de Sevilla, para la Orquesta Bética Sinfónica o para la Banda Municipal.

Si el Consejo tiene necesidades de espacio, que compren un edificio y lo acondicionen como sede. ¿Por qué tiene la ciudad que cederles un edificio monumental? ¿Qué gana con ello la ciudad?

Es una pena que no se llegara a hacer el proyecto del Puente de Triana, pero esta opción no es una buena sustituta.

Un saludo!