jueves, 24 de febrero de 2011

El ocaso del Pabellón de Argentina


Llevamos años escuchando hablar del delicado estado de conservación de uno de los edificios más relevantes de cuantos nos legó la Exposición Iberoamericana. Años en los que el mantenimiento ha pasado casi de puntillas por el antiguo pabellón de Argentina, seguramente porque la Junta tenía la intención de deshacerse de él cuando construyera el nuevo Conservatorio de Danza y el problemón recaería en el Ayuntamiento, futuro propietario del inmueble. Sin embargo, la Junta no contaba con que una crisis económica como la actual retrasase sus planes suspendiendo sine die el traslado. No ha habido más remedio que mantener el Conservatorio en el pabellón y los efectos del tiempo no han tardado en dar la cara. En los años noventa se hizo una remodelación parcial del edificio para destinarlo a su nuevo uso, son muchos los que opinan que en aquél momento lo único que se hizo fue un lavado de cara para que se pudiera utilizar con rapidez. Ahora, son varias las estancias cerradas por desprendimientos, varias aulas inutilizables por su mal estado y las obras de arte que atesora el edificio, en forma de pintura murales de Bacarisas o azulejería de Montalvan, corren el riesgo de desaparecer.

Esta semana saltaba la noticia de que distintas zonas del pabellón quedaban clausuradas por su mal estado, suspendiéndose las clases. Alumnos, padres y profesores han denunciado una y otra vez esta situación, pero la delegación de Educación hace oídos sordos a sus reclamaciones, esperando tal vez que ocurra una desgracia que obligue a clausurar el edificio. La Junta ha enviado a varios técnicos para que examinen las deficiencias (¿acaso no deberían saberlas ya?) y parece que las obras empezarán con carácter de urgencia. Es evidente que se harán cuatro parcheos para evitar el derrumbe y la situación seguirá tal cual hasta que los problemas vuelvan a aparecer.

Al margen del escaso interés de la Junta por las disciplinas artísticas (ya sea música, danza o arte) a las que se mantiene, en muchos casos, en condiciones del todo inadecuadas, llama la atención que una y otra vez se caiga en el mismo error, se abusa de los edificios hasta que no dan más de sí, dejándolos que se deterioren hasta que el daño es tan grave que es necesaria una intervención millonaria que los resanee desde los cimientos hasta las cubiertas. ¿Cuándo se darán cuenta de que un mantenimiento continuo es mucho más eficaz y económico a largo plazo? Si el problema es mantener tal cantidad de edificios, tal vez deberían plantearse disponer de complejos mayores que aúnen a los actuales centros, en lugar de contar con una red de edificios abandonados a su suerte.

Imagen superior: 'Sevilla 1929. Pabellón de la Argentina' de Laura Climent (Blog)

5 comentarios:

El Pasado de Sevilla dijo...

pues nada, ha echar millones en las setas y a lo demás que le den por saco, y mas si es un edificio de la administración.

es un desastre, Sevilla una de las ciudades con mayor legado patrimonial del mundo y no sabemos ni queremos conservar.

un saludo

Sergio Harillo dijo...

Estoy de acuerdo con que el legado patrimonial debe ser conservado en buenas condiciones, y más si presumimos de ese patrimonio ante un turismo que es prácticamente nuestro mayor recurso económico. Pero también es cierto que lo uno no debe quitar lo otro, hay que invertir en patrimonio, pero también en otra serie de infraestructuras y construcciones que hagan avanzar a la ciudad y no mostrar siempre la misma postal.

Un saludo!

El Pasado de Sevilla dijo...

pues que quieres que te diga, no coincido contigo.
acabas de publicar una entrada para una concentración por el estado de santa catalina, ojo, ya tenemos ahí otro edificio en mal estado, y mientras tanto, echando millones en una partida, las setas, proyecto menos atractivo a nivel funcional y turístico de lo que es santa catalina o el pabellón de argentina.

creo que un político tiene que saber administrar y sobre todo saber cuales son las prioridades de una ciudad para gobernar correctamente y eso en esta ciudad no esta sucediendo.

innovar, crear, evolucionar, si, siempre, pero para hacer atractiva una ciudad no para dejar tu nombre en los anales de una alcaldía, y ojo, siempre que se pueda y no haya otras cosas prioritarias en la ciudad.


un saludo

Hispalense dijo...

Blogger es que no es cuestión de mostrar siempre la misma postal. Es cuestión de dinero y si no hay dinero para mantener lo ya existente,¿cómo nos metemos en fregados como las Setas o la biblioteca del Prado? (verás que no nombro la torre Pelli porque lo hace una entidad privada)

Sergio Harillo dijo...

No olvidemos que la iglesia de Santa Catalina, al igual que la del Salvador, Santa María la Blanca.... son edificios privados y tienen un propietario, la Iglesia, que es quien debería velar por su correcta conservación. Entiendo que las administraciones deben apoyar los proyectos de rehabilitación puesto que es Patrimonio, pero no sólo debe recaer en ellas la culpa del estado de estos edificios.

Saludos!