Hace ya varios meses que se derribó el edificio que ocupaba la esquina entre la Avenida Menéndez Pelayo y el Pasaje de Zamora. Al margen del interés que pudiera tener el edificio, que seguramente pertenecía a principios del siglo XX, la atención se centra ahora en el subsuelo del mismo.
Toda la actual ronda histórica de la ciudad fue, en su día, la zona extramuros de la ciudad. Por lo tanto, en su zona colindante con el centro histórico discurría la muralla musulmana de la ciudad en gran parte. Con el derribo del edificio, era más que probable que apareciera parte de la misma.
Y aquí la tenemos. Todo indica que esos muros de tapial formaron parte de la muralla, posiblemente de la barbacana exterior. Además, se observa otro muro de ladrillo que cruza de forma perpendicular al primer muro, seguramente más reciente en el tiempo. Lo curioso de todo esto es que el edificio derribado se asentaba sobre estos muros sin contar apenas con otro tipo de cimentación, o al menos eso parece a la vista del estado actual del solar. Desconozco si ya se tenía constancia de este tramo, pero resulta cuanto menos interesante que haya aparecido tan cercano a la superficie. Ahora habrá que esperar el resultado de las investigaciones de los arqueólogos para conocer mejor el hallazgo.
5 comentarios:
No es tan raro que esté cerca de la superficie ya que por esa misma zona hay tramos de muralla visibles con sus torreones embutidos en patios. De hecho tengo fotos de uno de ellos y hace algunos años recuerdo que hubo una polémica porque se derribó literalmente uno de estos lienzos en una "reforma".
La muralla aún se mantiene de medianera en muchas viviendas de la calle Tintes con Menéndez Pelayo, vamos, que se de gente que tiene el cabecero de la cama sobre la misma muralla.
Lo que ya no se es si ese lienzo pertenece a la barbacana o a la muralla en sí, pero vamos, espero que reciba el mismo tratamiento que el aparecido hace algunos años en el Muro de los Navarros y no el que están recibiendo los restos de Arroyo...
Un abrazo.
¡Arrea! Aquí, levantas un poquito, y ea, patrimonio por todos lados. Y dolores de cabeza para el Ayuntamiento, claro.
Con razón, no hay intervenciones arqueológicas más que en la provincia...
El otro día estuve allí y vi las vallas y me extrañó, y vi algo que parecían restos y los fotografié para ver quién me daba información. Aún no he tenido tiempo para nada, pero al menos ya me he enterado jejeje
Un abrazo!
http://esasevilla.blogspot.com/
Es triste, sabiendo como sabemos, que en Sevilla se remueve un poquito y sale algo, no exista a estas alturas un protocolo que agilice estos tramites de conservación de patrimonio y, al mismo tiempo, permita la evolución de la ciudad...
Miss Paradojas, ese protocolo al que haces referencia existe, otra cosa es que la lentitud burocrática lastre y eternice este tipo de descubrimientos. Evidentemente, toda intervención arqueológica conlleva un tiempo de estudio, otra cosa es lo que luego tarden las administraciones en pronunciarse y demás. Ya existen cartas arqueológicas de la ciudad que indican aquellos lugares susceptibles de hallarse restos, imagino que esta zona que nos ocupa era bastante evidente.
Un saludo!
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