El director del Museo de Bellas Artes de Bilbao se encuentra en Sevilla invitado por la Real Academia de Bellas Artes 'Santa Isabel de Hungría'. Su estancia en la ciudad nos sirve para comparar los modelos de gestión de ambas pinacotecas. En Bilbao existe una Fundación que se encarga del museo, recibiendo de la iniciativa privada el 35% del presupuesto. Un Patronato en el que tienen cabida tanto las administraciones públicas como el tejido empresarial y social ha conseguido que la pinacoteca sea todo un referente cultural, auspiciando exposiciones de gran calidad como la del Joven Murillo (en colaboración con nuestro Bellas Artes). Aunque la cantidad no debe ser sinónimo de calidad, queremos resaltar que, desde que cerrara sus puertas la exposición de Murillo en Bilbao, en enero de 2010, el centro ha organizado hasta seis nuevas exposiciones.
El caso sevillano está en un escalón inferior, con un sistema a todas luces insuficiente a tenor de las necesidades de un museo moderno. La gestión sigue compartida entre el Gobierno y la Junta de Andalucía. El presupuesto le viene dado desde la consejería, sin posibilidad de que la sociedad civil participe o colabore en el mismo. Desde la consejería de Cultura se dirimen todos los asuntos del museo sin contar con nadie más. Especialmente sangrante es la situación actual, sin apenas recursos para nuevas adquisiciones o exposiciones y con una ampliación retrasada una y otra vez sin que llegue a ver la luz, mientras en Bilbao se han llevado a cabo varias ya.
La última noticia referente a nuestro Bellas Artes es la falta de interés por desmontar los paneles que sirvieron de fondo a la exposición de Murillo, que llevan ocho meses esperando su desmontaje. La razón esgrimida por el consejero de Cultura esta misma semana es que no se han desmontado para ahorrar costes y reutilizarlos en futuras exposiciones. Pensará el consejero que esos supuestos ahorros económicos justifican que una de las salas más importantes del Museo se encuentre cerrada durante casi un año. Plata zanjó la cuestión indicando a los periodistas que esos temas debían tratarlos con la nueva directora del Centro.
Más nos valdría aprender y buscar nuevos modelos de gestión, que haberlos, los hay. Mucho hablar de que la Cultura debe ser un motor económico pero a la hora de la verdad, ciertos status quo nadie osa tocarlos ni replantearlos.
Fuente: ABC
Entrevista a Javier Viar, director del Bellas Artes de Bilbao en Diario de Sevilla (enlace)
8 comentarios:
Deberían copiar ese sistema de organización. Las empresas se involucran, como también hacen en el Prado, llevándose su parte de publicidad y RSC. Lo sé de primera mano por el Gugghenheim: entro gratis al sacarme mi primo una entrada por ser miembro del patronato su empresa.
Así al menos tendrían dinero para desmontar cuatro tablones.
No me parece mal la solución que aportas. Pero te hago una pregunta ¿cuál es la situación administrativa del museo,la propiedad es del estado y la gestión es de la junta como aquí ? ¿o la propiedad y la gestión son del gobierno vasco? ¿No será la doble competencia de gobierno central y junta lo que impide crear el patronato y lastra al museo de Sevilla? Perdona si no expreso bien los términos jurídico-administrativos pero creo que se entiende lo que quiero decir. Un saludo para tí.
Hispalense, no te lo puedo asegurar al 100% pero tengo entendido que el Museo de Bilbao es público. La diferencia es que en lugar de dirigirlo la consejería de Cultura (o ente público que sea) se ha creado una Fundación para su gestión. Las Fundaciones funcionan con un Patronato en el que perfectamente pueden estar representadas las administraciones públicas además de otra serie de entidades.
En el caso de Sevilla, el problema es la Junta, que no quiere soltar poder. Se podría nombrar una Fundación o un Patronato perfectamente, pero entonces deberían tener en cuenta a más gente a la hora de tomar decisiones y ya no sería su particular cortijo, que es lo que la Junta siempre ha preferido.
Como comenta Juan Fco., tienes el ejemplo del Prado o el Reina Sofía, en Madrid, son públicos, pero a la vez, entidades autónomas.
Un saludo!
Pues en el museo picasso de málaga tengo entendido que sí han hecho un patronato. Da la impresión de que ahí a la Junta no le ha importado soltar poder.
Efectivamente el Museo Picasso Málaga depende de una Fundación con su Patronato. De todos modos, si te metes en la web del Museo y miras quiénes componen el Patronato verás que la mayoría son políticos y personal adscrito a la Junta de Andalucía, así que todo queda en casa. Si no recuerdo mal, la creación de la Fundación fue una imposición de la familia Picasso que son quienes han cedido la colección que permite que siga abierto el Museo.
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, con sede en Sevilla, también pertenece a la Junta y sin embargo no tiene Patronato por lo que el caso del Picasso es excepcional.
Un saludo!
El museo de Bilbao es completamente público, su propiedad pertenece al Ayuntamiento, diputación de Vizcaya y Gobierno Vasco y su patronato funciona más o menos como el Thyssen o el Prado con participación de todos los propietarios y otros expertos.
Creo que la diferencia fundamental con otros museos provinciales es que éste no surgió de la desamortización. No se creo en el plan de, vamos a crear un almacen donde meter todos estos cuadros que son valiosos pero que no sabemos muy bien que hacer con ellos. Se creo ya en el siglo XX y con una mentalidad anglosajona y desde el primer momento muy unida a la burguesia vasca, de hecho la mayor parte de su colección procede de esas donaciones como en el caso de los museos americanos e ingleses y no del depósito de obras por la desamortización. Esto hace que su colección sea más corta pero más selecta que la de otros museos. Así, creo yo que su origen ha hecho que la sociedad (al menos la alta y despues la media) este más comprometida con el museo y su mantenimiento y ahora por supuesto una acertada política de atracción de empresas patrocinadoras que practicamente solo tiene el Prado.
Una vez más, Boro, gracias por ampliar la información.
Efectivamente lo que comentas fue algo que me llamó mucho la atención cuando estuve en el Bellas Artes de Bilbao, que naciera de la iniciativa ciudadana y que sea la sociedad vasca la que ha luchado por su Museo, ampliando y mejorando las colecciones. Conforme caminas por las salas te encuentras plaquitas junto a las obras en las que se indica en qué año y gracias a quién está esa obra ahí. Lo interesante es que hablamos de obras de primer nivel de artistas fundamentales para la Historia del Arte. Se ha intentado, por medio de compras y adquisiciones, no dejar ningún vacío histórico en la colección.
Un saludo!
Gracias a ti, por mantener al día un magnífico blog.
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