El Muelle de Nueva York sigue a la espera de que culminen las obras de remodelación que lo convertirán en una nueva zona de ocio y de paseo de la ciudad junto al río. La primera fase del proyecto conllevó la rehabilitación del muro y los bancos de ladrillo que separan el muelle del Paseo de las Delicias, la construcción de nuevos accesos y la plantación de árboles y plantas. En la segunda y última fase, que debería haber empezado en agosto, se incluye el nuevo pavimento del muelle, el mobiliario urbano y una exposición permanente que recuerde el pasado industrial de este espacio. Estamos en octubre y las obras continúan sin iniciarse a pesar de estar presupuestadas, aprobadas y licitadas. A pocos meses de las elecciones municipales, el Ayuntamiento debería tener cuidado con este tipo de cosas ya que las promesas incumplidas se borran con el tiempo, pero cuando están tan recientes pueden ser un duro revés.
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