martes, 12 de octubre de 2010

Economía urbanística


El nivel de calidad de vida en una ciudad se puede medir también en pequeños detalles que hacen nuestra vida más cómoda y fácil. La imagen superior corresponde a Barcelona y al verla me ha llamado la atención la farola que aparece a la izquierda de la imagen, como véis, en el mismo poste de la farola está sujeto el semáforo, una señal de tráfico para ambos sentidos y un cartel indicador de los números de la calle. Cuatro elementos en uno que consiguen eliminar trastos de la calle, facilitando el tránsito peatonal, haciendo más diáfano el espacio y economizando material.
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Pasear por Sevilla es una continua carrera de obstáculos que se convierte en un verdadero infierno para personas con movilidad reducida. Una correcta planificación de nuestro entorno urbano hace que aspectos que apenas tenemos en cuenta pero que están muy presentes en nuestro día a día sean menos molestos. En Sevilla es habitual que contenedores y mupis tapen la vista del autobús desde la parada con el consiguiente peligro que conlleva tener que salir a la carretera para ver venir el autobús, es habitual en algunas calles recién remodeladas ver doble tipo de farolas, las de pared antiguas y las nuevas en la calle, bancos en mitad de la nada sin sombra, papeleras mal ubicadas o escondidas, contenedores o buzones en mitad de un paso de peatones... Es tan fácil solucionar estos asuntos que cuesta entender que a nadie le dé por hacerlo.
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