martes, 21 de septiembre de 2010

CulturTravel: Fundación Cartier (París)

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La Fondation Cartier pour l'Art Contemporain nació en 1984 con el objetivo de fomentar y difundir el arte contemporáneo en todas sus vertientes, desde la pintura a la escultura pasando por la moda, el diseño, la fotografía y cualquier disciplina artística actual. Su ámbito de actuación traspasa las fronteras de París, donde tiene su sede, para apoyar el arte internacional.
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Desde 1994, la Fundación Cartier tiene su sede en el flamente edificio diseñado por Jean Nouvel en el Boulevard Raspail, en el parisino barrio de Montparnasse. En sus ocho plantas se muestra la colección permanente de la institución además de impartir cursos, conferencias y llevar a cabo una importante agenda de exposiciones temporales cuyo fin es dar a conocer a artistas jóvenes y emergentes. El edificio es todo un ejemplo de arquitectura comprometida con en entorno donde se asienta, en el solar donde se levanta, estaba ubicado un jardín histórico, con especies heredadas desde el siglo XIX que fueron respetadas e incluidas en el diseño arquitectónico. Para ello, Nouvel ideó un cubo recubierto de vidrio, material que hace las veces de fachada en todo el perímetro del edificio. Los árboles son visibles desde el exterior y establecen un interesante juego cromático puesto que los límites del edificio se diluyen y son apenas perceptibles.
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Web de la Fundación Cartier
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4 comentarios:

Maese dijo...

París debería ser un referente para Sevilla en muchas cosas (cambiando la escala y quedándonos sólo con el principio aplicado, claro), y una de ellas es la integración de la arquitectura contemporánea en la ciudad histórica y monumental. Hay muchos ejemplos, pero los edificios que tiene Jean Nouvel son de los más sobresalientes para mi gusto (el que se comenta en esta entrada, el Museo del Quai Barnly o el Instituto del Mundo Árabe), además de los ya clásicos Pirámides del Louvre o Centro Pompidou.

Es bastante cansado oír el discurso permanente de muchos sobre el respeto a lo tradicional y estupideces del tipo skyline sevillano. Yo siempre me he preguntado ¿a partir de qué momento en la historia se considera que todo edificio arquitectónicamente interesante y perteneciente a esa época ya no encaja en una ciudad? Yo me alegro que esto no se decidiera con el Renacimiento, o en el Barroco, etc. Y me alegro tanto de que el Alcázar como la Catedral sean eclécticos ejemplos de esta idea de evolución y reflejo de los estilos de cada época, como de que se sigan construyendo edificios de nuestra época (incluyendo al casco histórico, que no debería ser un fósil).

Sergio Harillo dijo...

Comparto completamente tu opinión, Maese, la arquitectura es un arte en continua evolución y cambio y cierto es que unas veces acierta más y otras menos, pero no podemos impedir determinados cambios en nuestras ciudades siempre que se respete nuestro Patrimonio.

El ejemplo está claro, sólo hay que situarse en la Plaza del Triunfo y hacer un giro de 360º: murallas almohades del Alcázar, neoclasicismo en la Casa de la Provincia, Gótico / almohade / Renacimiento en la Catedral y por último el clasicismo más puro en el Archivo de Indias. Todo en la misma plaza y todo formando un maravilloso conjunto que parece haber sido ideado previamente cuando no es más que fruto de diferentes épocas y diferentes formas de pensar. ¿Qué ofrecerá arquitectónicamente la Sevilla de nuestra época al futuro? La verdad, poco.

Un saludo!

Maese dijo...

Es cierto que legaremos poco, sobre todo si nos centramos en el casco histórico. Pero yo añadiría dos matizaciones.

La primera, que si abarcamos toda la ciudad encontraremos ejemplos de edificios interesantes de nuestra época, sobre todo gracias a la expo, aunque no sólo en la Cartuja (los nuevos puentes, Estación de Santa Justa o Teatro de la Maestranza).

Y la segunda, y más importante para mí, es que al conservadurismo local hay que añadir otro ingrediente estea jenoa Sevilla, que creo ha lastrado la arquitectura contemporánea: pienso que durante gran parte del siglo XX una parte muy significativa de la arquitectura se desentendió de los valores estéticos. El Estilo Internacional socavó el aprecio social de la arquitectura hasta acabar por completo con su popularidad. Soy de la opinión que actualmente y desde hace ya bastantes años se ha retomado el ingrediente del valor estético en la arquitectura, y aunque como todo, existe una inercia, puede que la gente comience de nuevo a valorar y apreciar la arquitectura moderna.

Pero bueno, siempre nos quedará la inmovilidad sevillana con sus sutilísimas opiniones destructivas.

Sergio Harillo dijo...

El debate estético en la Arquitectura podría darnos para hablar durante días. Cierto es que la arquitectura se ha desprendido del caparazón que la cubría en épocas pasadas, la arquitectura antes era un compendio de todas las artes y ahora se busca más la funcionalidad que el alarde estético.

Interesante debate :)