jueves, 12 de agosto de 2010

Cultura de Sevilla en... Bilbao (II): oferta cultural

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En una semana es imposible tomar el pulso cultural a una ciudad, y más en una época como la veraniega donde las pulsaciones se reducen al mínimo. Aún así, queremos hacer un repaso a lo que hemos visto en Bilbao y compararlo con la situación que vivimos en Sevilla.


. Teatro Arriaga.
Lo que más nos ha llamado la atención es que Bilbao sólo cuenta con dos teatros, el Arriaga y el recién restaurado Campos Elíseos. Aparte, el Palacio de Congresos Euskalduna acoge también obras de teatro y musicales. Sin embargo no hemos visto en las guías culturales de la ciudad espacios alternativos a modo de salas independientes o pequeños teatros. En Sevilla, sin embargo, tenemos tres grandes teatros (Maestranza, Lope de Vega y Central) a lo que habría que sumar el Auditorio, el Palacio de Congresos y una gran cantidad de espacios de menores dimensiones (Teatro Quintero, La Fundición, Sala Cero, Távora, Sala Fli...).
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Teatro Campos Elíseos
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En los museos, sin embargo, es donde Bilbao da lo mejor de sí. Como joya de la corona está el Guggenheim, archiconocido Museo que tiene detrás a una de las grandes instituciones culturales a nivel mundial. Ese respaldo cultural y económico le permite organizar exposiciones de primer nivel como las dos que alberga actualmente dedicadas a Henri Rousseau y Anish Kapoor. La colección permanente del Museo es escasa pero con nombres de primer nivel como Warhol, Rothko, Klein o De Kooning. Apenas había una obra de cada uno de esos autores, pero estaban los imprescindibles en un museo de arte contemporáneo internacional. Poco, pero de renombre, es lo que tiene tener el apellido Guggenheim detrás. El Museo en sí gira en torno a las diferentes exposiciones temporales y está diseñado de tal forma que puedes pasarte horas en su interior sin acumular cansancio ya que los espacios abiertos, los ventanales y terrazas se alternan con las galerías expositivas para que el visitante descanse entre tanto arte.
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Si el Guggenheim es la joya de la corona, el Bellas Artes bilbaíno no se queda atrás. Calificado en las guías de viaje como "la segunda pinacoteca española tras el Prado" lo cierto es que realiza un magnífico recorrido por la historia del arte desde el Románico hasta la actualidad, con obras de primera categoría y de gran variedad. Resulta muy curioso ver la nómina de autores en los que el Museo ha invertido comprando obras para mejorar su colección no dejando huecos vacíos entre las principales épocas artísticas. Sucesivamente ampliado, la parte más moderna acoge una interesante colección de arte contemporáneo que completa lo que podemos ver en el Guggenheim.
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Museo Diocesano de Arte Sacro
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No se queda aquí la oferta museística de Bilbao, la ciudad cuenta con diez museos: Guggenheim, Bellas Artes, Arqueológico, Benedicto, Arte Sacro, Marítimo, Semana Santa, Reproducciones Artísticas, Taurino y Vasco. Si contamos los museos que tenemos en Sevilla, una ciudad tan patrimonial y turística, nos daremos cuenta de que no llegamos a ese número de espacios museísticos. Evidentemente la cantidad no es importante si no va acompañada de calidad y en Bilbao ambos conceptos van de la mano (al menos en los museos que hemos visitado). Especialmente interesante es el Museo de Reproducciones Artísticas, ubicado en una antigua iglesia neogótica restaurada para la ocasión. Se trata de un espacio donde se exponen vaciados de escayola de principios del siglo XX de obras fundamentales en la Historia del Arte como el Hermes de Praxíteles o el Moisés de Miguel Ángel. Mejor no compararlo con la colección de vaciados que atesora la Universidad de Sevilla y que se encuentra en un pésimo estado.
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Museo de Reproducciones Artísticas
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El gran problema que le vimos a este museo fue su ubicación, ya que se encuentra en un barrio muy degradado tanto social como urbanísticamente, encerrado entre las vías del tren y la ría del Nervión. Un paseo por este barrio nos mostró que no es oro todo lo que reluce y que a pesar de los esfuerzos de Bilbao por renovarse, sigue mostrando una cara oscura como cualquier otra ciudad. Lamentablemente la ubicación del museo en dicho barrio no contribuye a su difusión. Parece ser que la llegada del AVE a la ciudad será la que cambie este barrio por completo ya que la estación se ubicará en sus cercanías, sin embargo, no es de recibo que un barrio tenga que degradarse hasta ciertos niveles a la espera de un factor esterno que puede llegar muy tarde.
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Bilbao acaba de inaugurar un espacio social y cultural de primer orden, la Alhóndiga, ubicada en un antiguo almacén de vinos de principios del siglo XX y de estética historicista. El espacio ha sido totalmente reformado por el diseñador Philippe Starck. En realidad, se ha tirado todo el edificio conservando únicamente la fachada y creando nuevos espacios en su interior, algo que nos chocó bastante al tratarse de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural. El resultado ha sido un enorme espacio con salas de exposiciones, cines, un auditorio, biblioteca, hemeroteca, gimnasio, piscinas, restaurantes y solarium. Bilbao ha querido tener su propio Caixaforum sin esperar a inversiones externas. El proyecto es muy interesante aunque se encuentra aún en una fase muy incipiente.
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En definitiva, los bilbaínos pueden presumir de una oferta cultural muy rica y variada pero los sevillanos no estamos, ni mucho menos, por detrás. Hay quien ha definido a la capital vizcaina como la tercera ciudad cultural española tras Madrid y Barcelona. Sinceramente, no creemos que ese honor le corresponda, hoy en día hay muchas ciudades que están apostando fuerte por la cultura y sería difícil otorgar ese título. Aún así, nos alegra comprobar que Sevilla no está tan mal dentro de lo que cabe y a pesar de los numerosos disgustos a los que nos tienen acostumbrados nuestros dirigentes.
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7 comentarios:

Hispalense dijo...

Me llama la atención que en el reportaje no se haga referencia a la errática política de exposiciones que ha tenido el Guggenheim desde su inauguración. Es curioso que en un museo de arte contemporáneo haya habido exposiciones de arte renacentista proveniente del Ermitage o de cuadros renacentistas y barrocos del kunsthistorisches de Viena. Y dentro de lo contemporáneo ha habido de todo, desde artes plásticas a motos pasando por diseñadores de ropa. A algunos esto le parecerá fantástico pero a mí personalmente me parece una locura. Mucho más interesante me parece la política de exposiciones del Bellas Artes bilbaíno que desde mi punto de vista le da mil vueltas al mediático Guggenheim.

Sergio Harillo dijo...

Bueno Hispalense, ya has dejado claro que odias el Guggenheim y todo lo que representa. Como he dicho ya en los posts y en algún comentario, se trata de una opinión personal de lo que he visto en Bilbao durante esta semana. ¿Que el Guggenheim ha podido meter la pata con alguna exposición? Pues es más que probable. Pero ¿qué Museo no ha metido la pata más de una vez? Recuerdo alguna exposición del Bellas Artes sevillano que fue un absoluto fracaso y que es mejor borrar de la historia del Museo.

El Bellas Artes bilbaino es magnífico, tal y como ya se comenta en el post. En cuanto a las temporales que he podido ver en el Bellas Artes de Bilbao, pues la de Taurus me dijo más bien poco y la de Balenciaga se quedaba algo cortita. ¿Por esas dos exposiciones ya debo decir que el Bellas Artes de Bilbao no merece la pena? Pues no. Igual que la exposición de Anish Kapoor que hay en el Guggenheim me pareció magnífica.

Un saludo.

Hispalense dijo...

Estimado moderador. Dice usted : "Ya es dejado claro que odias el Guggenheim y todo lo que representa" ¿Me podría usted explicar lo que representa el Guggenheim? Porque le aseguro que ese es mi problema, que no veo que represente nada. Me preguntaba usted en otra respuesta que por qué me dolía tanto que dicho Museo no tuviese colección propia. Y ahí quería yo llegar. ¿Le parece lógico y normal que estemos haciendo contenedores culturales que no tienen dentro nada?. ¿No estamos creando pompas de jabón? Mire, yo lo más sensato que escuchado en relación a esto ha sido la reacción de los gaditanos ante el Museo del Mar que pusieron creo recordar en las Puertas de Tierra. El museo era el típico de nuestra época lleno de paneles, hologramas, etc. Pues la gente le llamó "El museo del Ná". Y creo que eso se puede decir del Guggenheim mucha fachada y muy poco contenido, muy poca chicha. Otra cuestión es la propia arquitectura del Museo, comprendo que en Bilbao, que no destaca por su arquitectura, el museo sea el no va más. Pero vaya a Praga y vea la casa danzante de Ghery , verá como pese a las guías, pasa absolutamente desapercibida para praguenses y turistas, que prefieren el castillo o San Nicolás de Mala Strana. Y en cuanto a lo de las exposiciones compare los presupuestos del Bellas Artes bilbaíno y del Guggenheim y comprenderá que el hecho de que muchas veces lo supere demuestra la debilidad del Guggenheim. Por último me decía en otra respuestas que cualquier ciudad se daría tortas por tener un Guggenheim ¿y a usted le parece normal? ¿No estamos en el mismo caso de los tenderetes de ropa de la India donde los vendedores le cosen a la ropa el lagartito de Lacoste? ¿qué es lo que realmente importa , la marca, o la realidad? ¿Qué es el Guggenheim, cultura, o humo?

Sergio Harillo dijo...

Estimado Hispalense, creo que no ha entendido muy bien mis comentarios sobre "el efecto Guggenheim", precisamente lo que intentaba exponer es que una ciudad no puede apostar a un único edificio sino llevar a cabo una planificación urbanística integral que la haga mejor ciudad y creo que en Bilbao lo han conseguido. Si usted no lo ve, pues le vuelvo a decir que serán maneras diferentes de ver las cosas.

El Guggenheim es tan sólo uno de los museos que posee Bilbao, de hecho en esta entrada en la que ha escrito se hace un repaso a los diferentes museos que hay allí y destaco sobre todo el Bellas Artes y el de Reproducciones Artísticas, ambos me parecieron magníficos. El Guggenheim sigue la tónica de los centros de arte contemporáneo actuales, edificios que nacen sin colección y que se dedican casi en exclusiva a las exposiciones temporales. No es el único ejemplo, tiene varios más repartidos por España. ¿Que es un modelo criticable? Puede ser, pero eso sería otro debate que habría que analizar independientemente.

Hace usted referencia al Museo del Mar de Cádiz, lo cierto es que no lo conozco. Sin embargo, le digo que hoy en día se tiende más hacia los centros de interpretación que hacia la creación de museos con colección estable. Precisamente la característica principal de los centros de interpretación es que nacen sin colección y en ellos prima el montaje museográfico por encima de las piezas expuestas. Que a usted le parece poco acertada esta idea, bueno, siempre podrá recurrir a los museos con una concepción más clásica como los de Bellas Artes o los Arqueológicos. Son modelos diferentes y no creo que haya que menospreciar ninguno de los dos.

Ya que alude a la ciudad de Praga pues le comentaré que sí, que cuando estuve allí me llamó mucho más la atención su arquitectura de carácter más histórica como la catedral, las iglesias barrocas o el puente de Carlos y que el edificio de Gehry no me dijo absolutamente nada, de hecho, me pareció poco acertado. La arquitectura no deja de ser un arte y los artistas pueden tener mejores y peores obras de arte, no se puede juzgar a un artista por una obra determinada dejando de lado el resto de su producción. Aún así le diré que hay personas que cuando viajan no buscan únicamente arquitectura clásica, también buscan arquitectura contemporánea y es por ello que las ciudades deben ir incorporando nuevos elementos arquitectónicos que formen el patrimonio del futuro. Lo que no podemos hacer es que como los turistas buscan un determinado tipo de arquitectura, pues seguimos construyendo de ese modo por los siglos de los siglos.

En referencia al último tema que trata, le diré que para bien o para mal, la Cultura está en manos de políticos que poco entienden sobre ella y buscan más la foto y el reconocimiento mediático antes que la calidad. Por eso le decía que cualquier ciudad se daría tortas por tener un Guggenheim, simplemente por lo que representa y significa. Podemos estar más o menos de acuerdo con ello, pero es la realidad y no podemos demonizar un museo simplemente porque pertenezca a una determinada institución.

Creo que he respondido a todos sus planteamientos. De todos modos, le pediría que leyera con mayor detenimiento las actualizaciones y quizás se daría cuenta de que hay más crítica que la que pueda parecer en una lectura superficial y que estamos de acuerdo en más de un punto.

Un saludo.

Juan Fco. Cózar Peralta. dijo...

El Bellas Artes de Bilbao es muy bueno, pero de ahí a ponerlo de segunda pinacoteca... el de Sevilla le avanza

Sergio Harillo dijo...

@ Juan Fco: Resulta curioso la de veces que he escuchado lo de la "segunda pinacoteca tras el Prado", lo dicen del Bellas Artes sevillano, del de Valencia y del de Bilbao. La verdad, es una rivalidad bastante localista cuando el Arte nunca fue localista, sino universal. Lo importante es que en España tenemos muy buenos museos de Bellas Artes (el MNAC de Barcelona es espectacular) y debemos estar orgullosos de ello.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Yo la verdad no entiendo de arquitectura, por lo que me abstengo de opinar eruditamente.
Pero como cultura popular de un profano confeso, la verdad, no lo comprendo. la fachada con esas chapas con remache, mi mente no lo comprende, lo mismo que la exposición que vi y que en mi incultura, solo admiré el traaslado de aquellas láminas de acero auto-oxidable ondulado, por el peso y longitud; creo recordar que era de Richard Serra. El perro de la entrada, es precioso, pero tiene que tener un coste de mantenimiento grande por el precio de las flores y su corta vida.
Lo considero único y original, aunque no lo comprenda. Afectuosos saludos.