Llevamos meses escuchando rumores que apuntan a que José Lebrero, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) tiene hecha ya la maleta para mudarse a Málaga y dirigir el Museo Picasso, sin director desde diciembre del año pasado.
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Lebrero ha esquivado dar una respuesta sobre su marcha y en la Junta de Andalucía se limitan a informar de que existe un concurso internacional para designar al próximo director del Picasso. Sin embargo, el Diario El País da ya por seguro la marcha de Lebrero.
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De confirmarse la noticia, el CAAC se quedaría sin cabeza visible y volvería a pasar por su propia travesía en el desierto cuando por fin parecía que tenía una pauta y unos obejtivos marcados. ¿Se quedará el CAAC sin director durante meses como ha ocurrido con el Picasso? ¿Llegará un nuevo director que dé un planteamiento radicalmente distinto al Centro de la Cartuja? Lo cierto es que, a pesar del aumento de las visitas y la calidad de las exposiciones (tal vez demasiado eruditas para un público general) el CAAC sigue sin cuajar en la ciudad y necesita abrirse aún más a la ciudadanía para que lo haga suyo. Su ubicación en la Cartuja le pesa como una losa pero es necesario buscar la formar de saltar ese límite físico y psicológico que suponen el río y el arte contemporáneo.
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Fuente: El País
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Fuente: El País
2 comentarios:
Es verdad, frecuentemente sus contenidos suelen ser muy específicos.
Y el límite físico es un problema para cualquiera de los espacios culturales de la Cartuja, lo está sufriendo bastante la Fundación Tres Culturas, que al final consiguió que Cartuja'93 dejara abierta la puerta que queda justo enfrente. Dichosas vallitas...
La Cartuja sigue estando muy lejos de la ciudad...
Saludos.
Las vallas en Cartuja son el verdadero impedimento para que la ciudad haga suya esa zona. Mientras haya vallas, los ciudadanos lo seguirán viendo como algo ajeno al resto de la ciudad.
En cuanto al CAAC, creo que la política de exposiciones es demasiado elitista, demasiado especializada. En lugar de montar 3 o 4 exposiciones a la vez y cambiándolas 3 veces al año, quizás sería más eficaz y eficiente dedicar una parte del monasterio a mostrar la exposición del propio centro, que pocas veces se ve, y traer exposiciones temporales que atraigan al público mezclándolas con otras de artistas menos conocidos. ¿Por qué no podemos ver en el CAAC una exposición de Rothko o Kandinsky? Son nombres muy consagrados en la Historia del Arte, pero apostando por exposiciones de ese calibre el éxito estaría asegurado. Sin embargo, el CAAC está siempre lleno de exposiciones que apenas aportan nada o que parecen más un relleno que una verdadera exposición que vaya dirigida al gran público (montar una exposición fotográfica sobre el cante flamenco en los años del franquismo será muy reivindicativa, pero la verdad, no deja de ser algo que ya hemos visto mil veces).
Un saludo.
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