La antigua Fábrica de Sombreros de la calle Heliotropo es uno de esos edificios que hay que buscar en el callejero, no suele llamar la atención de los turistas y muchos sevillanos no sabrán ni de su existencia. Pero está ahí, resistiéndose a desaparecer, siendo uno de los últimos ejemplos de arquitectura industrial de principios del siglo XX que conservamos en la ciudad.
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Construida por Espiau y Muñoz (arquitecto del Hotel Alfonso XIII) en 1917, fue abandonada hace años cuando la producción de la fábrica se trasladó a unas instalaciones más modernas en el Aljarafe. Tras su abandono, el año pasado fue "okupada" por un grupo de vecinos que lo ha convertido en un centro social y cultural que organiza actividades a lo largo de todo el año.
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El segundo protagonista de esta historia es el Ayuntamiento, que prometió al vecindario expropiar el edificio para dedicarlo a usos sociales y culturales. Y cierra el triángulo una empresa que compró el edificio y que pretende construir en él (o sobre él) pisos y viviendas.
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La Fábrica de Sombreros carece de protección patrimonial a pesar de su innegable importancia arquitectónica, histórica y etnológica. Ahora, el propietario del edificio pretende, por vía judicial, echar a los inquilinos, suponemos que para proceder al desmantelamiento del edificio, o incluso su derribo, mientras el Ayuntamiento parece desinteresarse del tema y da la callada por respuesta.
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Para evitar este desalojo y la destrucción del edificio, se ha convocado una concentración mañana a las 12 en las puertas de los Juzgados, en el Prado de San Sebastián. No podemos consentir que nuestro Patrimonio histórico sea víctima, una vez más, de la especulación mientras las administraciones miran para otro lado.
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5 comentarios:
Desaniman un poco estas noticias, la verdad. Una vez mas priman mas los intereses particulares, que la riqueza patrimonial de nuestra ciudad. Tampoco estoy de acuerdo en el movimiento "okupa" pese a que sirva para contener de uso a un edificio.
Esperemos que no acabe como me temo, ya está siendo mucha la pérdida patrimonial que sufrimos.
Un arbazo
Coincido contigo en que la "okupación" no me parece la mejor forma de buscar soluciones, al fin y al cabo estás usando algo que no es tuyo y a nadie le hace gracia que sin más, alguien se te meta en una propiedad tuya. Pero lo cierto es que gracias a este grupo de ciudadanos, el edificio está en mejores condiciones que antes de entrar ellos. Y también es cierto que han tomado la iniciativa ante la pasividad municipal y sus promesas incumplidas. Yo soy de los que siempre me quejo pero a la hora de actuar, me vuelvo perezoso, por eso admiro a las personas que luchan por un objetivo y más cuando este objetivo es recuperar el Patrimonio y crear un centro cultural y social para el barrio.
Espero que el Ayuntamiento mueva cartas en el asunto e inicie la expropiación. De nada sirve gastarse 90 millones de euros en un nuevo pabellón de deportes cuando luego se marginan y desprecian iniciativas como ésta. La ciudad se construye entre todos, no sólo a base de torres Pelli y nuevos pabellones de Deportes carísimos.
Un abrazo!!!
Y eso que dicen los de Tampa de que aquello estaba vigilado no se lo creen ni ellos. Antes de que se produjera la ocupación hice algunas fotillos que podéis ver en mi blog y aquello estaba más sólo que la una.
Dadas las circunstancias que confluyen en este caso creo que la ocupación ha tenido elementos muy positivos y se ha dado a conocer un edificio más que desconocido en media Sevilla. Seguramente si las administraciones no hicieran dejación de funciones no harían falta este tipo de prácticas.
Lo peor de todo es que la empresa se saldrá con la suya, tirará media fábrica y hará horribles edificios sin calidad estética como los que hay detrás de San Luis (da grima pasar y ver esos edificios y la "placita" resultante). Y seguramente dejarán que la parte de la fábrica que quede en pie se vaya cayendo lentamente, obviamente sin restaurar o saneando únicamente las fachadas para que no cante mucho el abandono.
Con lo bonito que sería un proyecto en el que el Ayuntamiento transformase el edificio en centro cultural donde se organizasen exposiciones, conferencias y demás dándole vida a esta zona del centro histórico. Sin duda revitalizaría la zona, muy dejada actualmente. Pero nada, aquí seguimos apostando por el ladrillo, no nos hemos enterado que eso precisamente es lo que nos ha llevado a esta horrible crisis.
Un saludo!
Parece ser que al principio no estaban previstas viviendas en la Fábrica de Sombreros, una vez que Tempa compró el edificio se produjeron cambios antes de la aprobación final del PGOU que permitiría la construcción de las mismas, de las cuales sólo la mitad son de protección, el resto vivienda libre y a buen seguro de lujo (como está ocurriendo en otras calles del entorno) a pesar del discursito que viene reiterando el Ayuntamiento de la necesidad de viviendas sociales en el Casco Norte, el mismo que quiere acabar con otro espacio público necesario en la Huerta del Rey Moro.
La parte de la fábrica que se mantenga tendrá que ser rehabilitada sí o sí porque incluye las naves centrales, consideradas de alto valor patrimonial.
Mientras que en Liverpool, Barcelona o Berlín se han aprovechado antiguas instalaciones fabriles aquí directamente se ignoran y se venden al mejor postor. Eso sí, aquí venga proyectitos "moernos" a mayor gloria de los políticos y arquitectos del famoseo, lo malo es que cuando se mira por encima de la tapia se destapan las carencias...
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