Ni Thyssen ni Carranza

Finalmente Sevilla se quedará sin dos grandes colecciones que sin lugar a dudas hubieran aumentado el rico patrimonio cultural con que ya cuenta nuestra ciudad.

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Vicente Carranza ha decidido retirar su oferta de ceder a la ciudad su amplia colección de cerámica de Triana de la que ya hemos hablado en este blog y que comprendía desde el siglo XII al XX. Las razones nunca quedarán claras. El Ayuntamiento propuso que la colección se integrase en el futuro Museo de la Cerámica, que estará en el barrio de Triana, un lugar completamente idóneo. Sin embargo, Carranza se negó a que su colección fuera a parar a otro sitio que no fueran las salas del Alcázar que se le prometieron en su día. ¿Cabezonería de uno o falta de tacto y delicadeza del otro? Nunca se sabrá.

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La otra colección que no disfrutaremos es la que Carmen Thyssen ofreció para crear un museo con su nombre en nuestra ciudad. Ella fue la que se ofreció y ella ha sido la que ahora se niega alegando que toda la colección irá al museo que ya se construye en Málaga y que sería una tontería tener dos museos en la misma comunidad. Si es una tontería, ¿por qué lo ofreció? ¿Ha pasado algo que no sepamos? Nueva incógnita.

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Tras la nula acogida que tuvo el ofrecimiento que María Dolores Tomás hizo para crear un museo de Arte Ruso en Sevilla, sólo nos queda esperar a que la cuarta gran colección prometida, la de Mariano Bellver, llegue a buen puerto. Habrá que esperar...