Playa en la Península de la Magdalena, Santander |
Viajar enriquece, sobre todo si viajas con los ojos bien abiertos y el corazón dispuesto a empaparte de todo lo que te vayas encontrando en tu camino. Hay viajes en los que buscas la paz y el sosiego de una playa desértica, otros en los que te adentras en la naturaleza hasta fundirte con ella y otros en los que la vertiente urbanita gana peso y lo que realmente te apetece es conocer otras ciudades. Yo soy de este último grupo. Si bien adoro la naturaleza, mis viajes siempre van encaminados a visitar ciudades y la cultura es el plato fuerte de mis itinerarios.