El lago del Jardín Americano se ha convertido en la tumba de centenares de peces. Imagen de Izquierda Unida |
El cuidado de nuestras zonas verdes es una lacra que venimos arrastrando desde hace años. Año tras año se hacen promesas que no se cumplen, se anuncian planes que no llevan a ninguna parte y se activan protocolos que se quedan en papel mojado. Hoy no vamos a hablar de podas, sino de otro hecho igualmente grave que acontece en los parques y jardines de la ciudad de Sevilla.
El Jardín Americano lleva cerrado varias semanas por los efectos del temporal. Ante la urgencia de actuar en el espacio público y en otros parques como el de María Luisa para evitar riesgos para la ciudadanía, esta zona verde de la Cartuja ha esperado pacientemente a que el personal de Parques y Jardines realice las labores necesarias para poder abrirlo de nuevo al público. El abandono al que se somete, sistemáticamente, esta zona verde y los cercanos Jardines del Guadalquivir no tiene explicación alguna, pero lo que resulta todavía más grave es que en estas semanas se haya dejado que se seque el lago que linda con el Auditorio Rocío Jurado. La consecuencia ha sido la muerte por asfixia de centenares de peces que, desde hace días, han convertido el lecho del lago en un horrible cementerio. La agonía a la que se ha sometido a estos animales es indigna de cualquier sociedad desarrollada.
El problema es que esta situación no es nueva. Izquierda Unida denunció en septiembre del año pasado que cuando se vació el estanque del parque de María Luisa, los peces se llevaron en cubos sin agua al vivero de Los Remedios donde desaparecieron. Dos meses después volvía a denunciar una situación similar en el parque de Los Príncipes donde se vaciaba el estanque y de nuevo se dejaba morir a los peces y tortugas que allí habitaban. Además, ante la falta de agua, los patos y cisnes de estos recintos quedan expuestos a ser devorados por perros y gatos callejeros. Y los que sobreviven se alimentan de los peces muertos, con la correspondiente exposición a enfermedades. Insisto, esto no es propio de una ciudad desarrollada.
Vaciar un estanque y dejar que unos animales mueran por asfixia no es un "incidencia" ni un "hecho aislado", es crueldad y maltrato animal. Aquí no estamos hablando de "diferencias de criterio" a la hora de podar un árbol, sino de la muerte de centenares de seres vivos. Desde el Ayuntamiento se achaca el problema a un acto vandálico en el motor que lleva el agua al estanque y se asegura que "la mayoría de los peces pudieron salir hacia el río antes del vaciado". No es más que una excusa para salir del paso. Las imágenes están ahí y todos podemos ver el atropello medioambiental, lo que urge es evitar que esto vuelva a ocurrir.
1 comentario:
En el vaciado que se realizo el año pasado de la ría de la plaza de España para su limpieza pude ver (o suponer) que al menos una cantidad de peces fue trasladada al estanque de los patos, que también había sido vaciado un mes o dos antes y por lógica pensé que provenían de allí. Lo que sí ví es que no fue un trabajo en absoluto delicado pues en la ría de plaza España quedaron casi en seco (en pequeños charcos) algunos pobres pececillos que fueron arrasados al limpiar el barro de los fondos. También vi aves en muy mal estado (con multitud de insectos pegados a su cuerpo) durante las labores de lmpieza del Estanque de los Patos y del de los Lotos, ya que los animales no son fáciles de mudar de un estanque a otro y tienden a volver al que consideran su lugar. En cuanto a las matanzas de peces no son algo nuevo, recuerdo como el canal y el lago de la Expo estaban repletos de carpitas de colores, no me quiero ni imaginar que pasó cuando todo aquello se secó. Esta ciudad mía no dejará nunca de sorprenderme para mal, o al menos sus dirigentes.
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