lunes, 20 de noviembre de 2017

Dos nuevas copias de Murillo devuelven el sentido iconográfico a Santa María la Blanca




Una de las iniciativas más esperadas del Año Murillo era la recuperación del programa iconográfico diseñado por el pintor para la iglesia de Santa María la Blanca. Este pequeño templo fue saqueado por las tropas francesas durante la ocupación napoleónica de principios del siglo XIX y cuatro fueron los lienzos robados: 'El sueño del patricio Juan', 'El patricio Juan y su esposa revelan su sueño al Papa Liberio', 'El triunfo de la Eucaristía' y 'La Inmaculada Concepción'. Tan sólo se salvó el quinto lienzo que Murillo realizó para Santa María la Blanca, 'La última Cena', ubicado en la nave del Evangelio.



'El triunfo de la Eucaristía' bajo el original de Murillo, 'La última Cena' 


Santa María la Blanca es una de las iglesias con más historia de la ciudad de Sevilla. Reconstruida en los años sesenta del siglo XVII sobre una antigua sinagoga judía, el programa iconográfico diseñado por Murillo giraba en torno a la historia de la propia advocación. Según la leyenda, la Virgen se apareció en sueños a una pareja de patricios romanos para encargarles que promovieran la construcción de una iglesia en su nombre en la colina del Esquilino de Roma. Para indicar el lugar exacto, una nevada cubrió en pleno verano la zona donde debía construirse el edificio. Los lienzos de Murillo, realizados entre 1662 y 1665, forman parte de lo mejor de su producción y los franceses no dudaron en descolgarlos para llevárselos a París. Dos de los cuadros, los relativos al sueño del patricio Juan y su mujer, regresaron a España pero, injustamente, no a Sevilla, sino al Museo del Prado. Sevilla tuvo que conformarse con dos copias, una doble herida perpetrada al patrimonio sevillano que nunca ha cicatrizado.




En el último año, con el objetivo de recuperar en gran parte el sentido con el que fue diseñado estéticamente el templo, el pintor Fernando García y el restaurador Juan Luis Coto han realizado copias de los otros dos cuadros, 'El triunfo de la Eucaristía' (colección Lord Faringdon de Londres) y 'La Inmaculada Concepción' (Museo del Louvre). El proyecto, auspiciado por el catedrático Enrique Valdivieso, ha seguido los pasos del que se hizo para la iglesia del Hospital de La Caridad, donde también se realizaron copias de los cuadros robados por los franceses. El próximo viernes 24 de noviembre ambos lienzos serán colgados en los lunetos que sirven de frente a las naves laterales del templo, un lugar del que jamás debieron retirarse los originales.


Detalle de 'El triunfo de la Eucaristía'


Este tipo de actuaciones me produce cierto desasosiego. Si bien es maravilloso que podamos volver a ver Santa María la Blanca tal y como la diseñó Murillo, no debemos olvidar que estamos ante copias, no originales. De los cinco "murillos" que tiene a día de hoy esta iglesia, sólo uno es original y precisamente es el que menos portadas ocupa. Los franceses en su momento no se llevaron 'La última Cena' quizá por ser un cuadro extraño en la producción de Murillo; ahora vuelve a quedar en un segundo plano al enfrentarse de tú a tú con cuatro copias. Visitando el templo, en ningún sitio pone que dichos cuadros sean copias, por lo que se puede caer en cierto recreacionismo histórico que en nada beneficia al único original conservado. Por otro lado, los 53.000 euros que han costado ambos lienzos se podrían haber destinado a labores de restauración del propio patrimonio del templo. En los últimos años se ha llevado a cabo una gran intervención en la arquitectura del edificio, pero sus retablos requieren una limpieza que no termina de llegar.


'La Inmaculada Concepción'



Cuando se restauraron las cubiertas del edificio hace unos años, fueron retirados las dos copias del crucero y al sanear los muros aparecieron los arcos originales de la antigua sinagoga. Este descubrimiento permitió documentar la evolución arquitectónica del edificio, demostrándose que la sinagoga no había sido derribada, sino que la actual iglesia barroca se adhiere al templo judío, enmascarándolo. La importancia de este hallazgo fue tal que se llegó a plantear no volver a colgar los cuadros ya que "sólo eran copias", no originales. Finalmente se decidió mantener el sentido iconográfico ocultando para siempre los arcos de la sinagoga, pero el hecho de que se llegara a plantear la idea muestra que el valor de una copia difiere del de un original.


Restos de la antigua sinagoga ocultos tras las copias del crucero de la iglesia (fotografía de 2013)

'El sueño del Patricio', copia del original de Murillo robado por los franceses en 1810


La recuperación del mensaje iconográfico de Santa María la Blanca servirá como antesala a los actos del Año Murillo, que se iniciarán el día 28 de noviembre con un concierto de Jordi Savall en el Teatro de la Maestranza y la inauguración de la exposición sobre el ciclo pictórico realizado para el convento de Capuchinos que tendrá lugar en el Museo de Bellas Artes ese mismo día. Para consultar toda la programación del Año Murillo no dudes en visitar la web del evento.

2 comentarios:

Gabriel M. dijo...

À mí me pasa eso, no me gustan las copias. Prefiero un edificio monumental con elementos 'faltantes' pero restaurado de forma que resulte harmonioso...

Unknown dijo...

A mí me parece una actuación perfecta. La iglesia no está desacralizada, así que no podemos verla como si solo fuera un museo con obras de arte en su interior, que también lo es, pero lo principal es el culto y esas obras vienen a recuperar el mensaje iconográfico perdido tras el terrible expolio, un mensaje que va dirigido al fiel.

Por lo tanto, no se trata de hacer creer a la gente que son Murillos originales, sino de recuperar la coherencia, pues toda la iglesia es una única obra de arte en su conjunto. Aunque no estaría mal que pusieran un cartelito con información sobre los cuadros.

En cuanto al expolio, me parece indignante que los dos lunetos de mayor tamaño sigan en el Museo del Prado, igual que la Inmaculada de los Venerables y la Resurrección de la Hermandad del Museo. Estas obras de Murillo deben ser devueltas a Sevilla de una vez por todas. Lo peor de todo es que se sabe perfectamente lo que pasó, ya que es uno de los expolios mejor documentados de la historia y saben perfectamente que se apropiaron de esas obras por la cara. ¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar los sevillanos esta injusticia?

Es como ir a Florencia y que te digan que el David de Miguel Ángel o las Puertas del Paraíso de Ghiberti están en un museo de Roma...

Un saludo.

https://www.change.org/p/ministerio-de-educaci%C3%B3n-cultura-y-deportes-devoluci%C3%B3n-de-las-obras-de-arte-expoliadas-a-sevilla-que-se-encuentran-en-madrid