martes, 18 de julio de 2017

Comienza la restauración del Pabellón Real




Si los plazos se cumplen, el año que viene por estas fechas tendremos las fachadas del Pabellón Real completamente restauradas. Mientras los operarios comenzaban el montaje de andamios en torno al edificio de Aníbal González y las vallas delimitaban el cajón de obras, el alcalde, Juan Espadas, ha dado a conocer junto con los responsables de la intervención los detalles de la rehabilitación del edificio. 



El Pabellón Real es uno de los tres pabellones que diseñó Aníbal González para la Exposición Iberoamericana en la Plaza de América. Estos tres edificios, que se terminaron en torno a 1915, debían simbolizar un compendio de la mejor arquitectura española, de ahí que Aníbal escogiera el Renacimiento para el Pabellón de Bellas Artes (Museo Arqueológico), el Mudéjar para el de Arte Antiguo (Museo de Costumbres Populares) y el Gótico Reyes Católicos para el Pabellón Real. El resultado fue un conjunto de singular belleza que hace de la Plaza de América uno de los espacios más bellos no sólo a nivel nacional, sino que me atrevería a decir internacional.

Desde la culminación de las obras en 1916, el Pabellón Real ha sufrido varias intervenciones tendentes a adecuar su interior a nuevos usos, no así sus fachadas y elementos cerámicos, que no han sido restaurados nunca. Del interior poco se conserva ya debido a una desafortunada intervención en los años 60 que vació el edificio respetando únicamente el vestíbulo de acceso, con unos maravillosos zócalos cerámicos pintados por Gustavo Bacarisas.




La intervención que acaba de comenzar, presupuestada en 1.150.000 euros, se centrará única y exclusivamente en las fachadas, quedando para el futuro la recuperación del interior. Una vez acabadas las obras, se realizará un estudio para ver qué usos podría acoger el edificio, si bien el alcalde se decanta por usos culturales. 

Recuperar en gran medida la imagen original del edificio será el principal objetivo de la rehabilitación. Para ello se van a restaurar todas las piezas cerámicas que componen la decoración del edificio (escudos, gárgolas, cresterías, esculturas) manteniendo siempre que sea posible lo original. Sólo en aquellos casos en los que se haya perdido la pieza se optará por réplicas que se elaborarán con las mismas técnicas que las originales. En cuanto a la estructura del edificio, no se han observado grandes daños ni grietas, pero sí que se va a actuar en la base de los muros para atajar el problema de la humedad, excavando una zanja en el perímetro de las fachadas para sanear el ladrillo y evitar que se siga deteriorando por el efecto de los estanques y jardines que rodean el edificio. Por último se instalará un sistema anti palomas.





El inicio de las obras de recuperación del Pabellón Real es sin duda una gran noticia que llevábamos muchos años esperando. El alcalde ha hecho referencia durante su intervención a la importancia cultural de esta zona de la ciudad y ha dedicado unos minutos a reclamar la urgente reforma del Museo Arqueológico. Resulta curioso (al menos para mí) que si bien el abandono del Arqueológico es un tema que suele salir a colación, el otro gran centro que hay en la plaza no ocupa titulares. No debemos olvidar que el Museo de Artes y Costumbres Populares lleva más de diez años con su sala principal cerrada por falta de presupuesto para adaptarla a las necesidades actuales y que incluso ha habido que colocar mallas protectoras en la fachada para evitar desplomes. La situación de ambos museos es tan preocupante como frustrante ya que pasan los años y no se toman medidas para atajar el problema.

Lo he dicho una y mil veces, el potencial que tiene la Plaza de América como núcleo cultural es alucinante, pero mientras que los dos museos que la componen estén abandonados por el Estado (titular), la Junta (gestión) y el Ayuntamiento, poco podrán brillar. ¿Por qué hago referencia a las tres instituciones? Sencillo, el Estado no lleva a cabo inversiones en materia estructural, la Junta tampoco destina dinero para el óptimo funcionamiento ordinario de los centros y el Ayuntamiento ignora estos espacios en sus continuas campañas turísticas. Hace unos días el delegado de Turismo ha estado en Turín vendiendo las bondades de nuestra ciudad para captar visitantes, habló de Sevilla capital de la tapa, del flamenco, del Año Murillo e incluso de fútbol pero nada dijo sobre los museos. Ese desdén hacia los espacios culturales de la ciudad hace un flaquísimo favor a un destino que pretende captar un turista más allá del de despedidas de soltero.

2 comentarios:

Gabriel M. dijo...

Buena noticia Sergio, y triste que no se vendan mejor nuestros contenedores y colecciones de arte, ni que se acondicionen como es debido. Espero que los elementos que deban reponerse en las fachadas del pabellón puedan distinguirse de los originales. Es también una manía mía, me horroriza la 'imitación de lo antiguo' sin hacer distinción entre lo reconstruido y lo original, como se hizo en los 40 con los palacios de la Alcazaba de Málaga. Comparemos eso por ejemplo con la restauración que se hizo en Valladolid de un monasterio herreriano para transformarlo en Museo de Arte Moderno: todo lo nuevo respeta las formas de lo antiguo y se armoniza con éste, pero distinguiéndose claramente y manteniendo un estilo contemporáneo...

Sergio Harillo dijo...

Por lo que pude entender en la presentación, las piezas que faltan se van a reponer por medio de réplicas por lo que a simple vista imagino que no será perceptible la diferencia entre lo antiguo y lo nuevo. A la hora de intervenir en la restauración de un edificio hay múltiples corrientes. En Plaza de España lo vemos muy claramente, la restauración de los bancos cerámicos se adjudicó a varias empresas. Mientras que alguna abogaba por mantener lo que había y no imitar nada, otras optaron por sustituir las piezas por nuevas. Un simple paseo evidencia cuáles son los azulejos originales (más gastados) y cuáles los nuevos (brillan mucho).

Creo que si bien a la hora de restaurar un cuadro sí hay un criterio más unificado, en casos como la cerámica aplicada a la arquitectura depende mucho de si la intervención la hace un restaurador o un ceramista.

¡Saludos!