Hace unos días Sandra, de Expressan, me proponía irnos de excursión a Palmas Altas para ver la exposición ArtSevilla 360º, instalada en diferentes espacios de la Universidad Loyola Andalucía. Moverse por Sevilla en transporte público supone siempre una aventura. Sabes cuál es tu destino, pero nunca sabes cuándo vas a llegar. El viaje en el 34 nos llevó por Reina Mercedes, le dio varias vueltas a Los Bermejales e incluso nos acercó al antiguo Hospital Militar. Finalmente llegamos por fin a nuestro destino, un páramo en mitad de la nada donde te bajas en una "parada" de autobús. ¿Para cuándo un metro? Nos facilitaría tanto la vida a los sevillanos...
Al final llegamos. Cruzamos la pasarela y entramos en el complejo diseñado por Richard Rogers y el estudio de arquitectura español de Luis Vidal como sede de la multinacional Abengoa donde también tiene su campus Loyola Andalucía. Hasta ahora nunca había entrado en Palmas Altas y la verdad es que arquitectónicamente es una maravilla, aunque no dejaba de preguntarme si aquello en verano será muy sostenible con tanto muro de cristal.
La Universidad Loyola Andalucía ocupa dos de los edificios del complejo. La exposición ArtSevilla 360º se ha planteado como nexo de unión entre la última edición del evento y la próxima, que tendrá lugar en otoño. Para ello se han seleccionado algunos de los artistas que participaron en ArtSevilla 2016 para que intervengan en los espacios comunes de la Universidad. Obras en la cafetería, en la biblioteca, en los pasillos... La disposición de las mismas por los dos edificios es algo caótica, si bien es un objetivo buscado por los organizadores, que el visitante recorra los edificios encontrándose con las piezas. Es un planteamiento interesante, pero también es cierto que en un edificio tan grande es complicado situarse y no dejas de tener la sensación de que estás ocupando un espacio privado en el que te van a llamar la atención. Personalmente soy muy de museos y es en ellos donde me siento cómodo viendo una exposición, pero valoro la idea de llevar el arte a otros espacios por el diálogo y el contraste que se puede producir.
De entre todas las obras me quedo con la de la artista israelí Rinat Izhak. La obra 'Mirar más allá de lo que vemos' es en realidad una adaptación de un proyecto anterior ideado para la Universidad Pablo de Olavide. Allí, en 2015, Izhak planteó una instalación de 200 metros cuadrados formada por tiras de papel translúcido de tres metros y medio de altura sobre las que se ha dibujado, con tinta china, la corteza de un árbol. De este modo, el visitante puede pasear entre estos curiosos árboles en el interior de un edificio. En Loyola, a pesar de haber reducido la instalación, el efecto es sumamente interesante gracias a la ubicación, con una ventana de fondo, lo que permite que la luz atraviese los troncos generando una imagen muy bella.
No es la primera vez que Izhak juega con el concepto de la naturaleza dentro de los edificios. Hace unos años creó una instalación en la Fundación Madariaga en la que el Parque de María Luisa cruzaba la avenida para adentrarse por completo en el antiguo pabellón y también ha trabajado con el concepto de identidad a través de los recuerdos que la Plaza de las Palomas (Plaza de América) evoca al sevillano de a pie.
>> La exposición ArtSevilla 360º estará abierta hasta el 9 de junio
1 comentario:
Muy interesante la entrada, así como las fotografías. Una buena sugerencia... Gracias por compartir.
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