lunes, 19 de junio de 2017

Dos esculturas para una estación




¿Te has fijado en las dos esculturas que decoran los pasillos laterales de la Estación de Santa Justa? Están ahí, como si de centinelas se tratase, recibiendo a los viajeros y viéndolos partir desde su estática y privilegiada posición.

La colección de escultura contemporánea de Adif-Renfe tiene ya varias décadas. Como institución pública, durante los años de bonanza la empresa ferroviaria invirtió en arte con el objetivo de dar a conocer la producción artística nacional. Muchas de las esculturas que conforman la colección están repartidas por estaciones de toda la geografía española donde pasan bastante desapercibidas ya que muchas de ellas están en zonas de paso, pero merece la pena dedicar un tiempo a su contemplación.


'Agamenón' de Amadeo Gabino (1987)


En Sevilla tenemos dos grandes esculturas fabricadas en acero corten. La primera de ellas lleva por título 'Agamenón' y es obra de Amadeo Gabino (Valencia 1922 - Madrid 2004). Hijo del también escultor Alfonso Gabino, los primeros estudios artísticos los realiza Amadeo en su Valencia natal, en la Escuela de San Carlos. Posteriormente viajó a Roma, París, Hamburgo y Nueva York, ciudades en las que iría completando su formación. La obra de Amadeo se caracteriza por el empleo de diferentes metales en la composición de sus piezas, una relación que también está presente en su obra gráfica y que influye sin duda en la pictórica. Llegó a representar a España hasta en dos ocasiones en la Bienal de Venecia y sus piezas se pueden encontrar en espacios públicos españoles, pero también europeos. 

La principal fuente para indagar en la figura de Agamenón es la Ilíada, de Homero. El rey Agamenón fue uno de los integrantes de la expedición griega contra Troya tras el 'secuestro' de la princesa Helena, esposa de Menelao, hermano del primero. La historia es de lo más truculenta a la par que entretenida por lo que os recomiendo que aprovechéis el verano para leer, con paciencia, una de las obras cumbre de la literatura universal. La escultura de Amadeo Gabino bien podría hacer referencia a una de las piezas arqueológicas de mayor fama mundial, la máscara de Agamenón, custodiada en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Esta pieza funeraria de oro fue hallada por Schliemann durante la excavación de la acrópolis de Micenas en 1876. Debido a la riqueza de la máscara y que Agamenón había sido rey de Micenas, el arqueólogo bautizó el descubrimiento con el nombre del legendario monarca. Los estudios posteriores han demostrado que la máscara podría datarse en torno al 1.500 a.C., por lo que sería trescientos años anterior a Agamenón. Si es que éste existió realmente... 

La pieza que podemos ver en Santa Justa sería una reinterpretación en clave contemporánea de dicha máscara. 'Agamenón' destaca por ser una pieza excesivamente plana, sin apenas volumen, exactamente igual que la máscara funeraria, aplastada por el peso de la historia. La escultura de Gabino parece una deconstrucción de un casco griego, como si fuera otra pieza aparecida en una excavación arqueológica a la que siglos de depósitos hubieran deformado hasta hacerla casi irreconocible.


'Mikado' de José Luis Sánchez Fernández (1988)


Al otro lado de la estación tenemos la escultura 'Mikado', del escultor José Luis Sánchez Fernández (Almansa, Albacete 1926-2018). Tras estudiar Derecho, se forma como escultor en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, ampliando su formación en Roma, Milán y París. Sánchez Fernández ha desarrollado gran parte de su obra en asociación con la arquitectura, elaborando piezas que se integran en edificios. Quizá por ello su escultura tiene un componente arquitectónico que, si bien recuerda a Oteiza, Chillida o Equipo 57, toma un camino propio para rehuir del vacío y experimentar con los volúmenes.

Al igual que Gabino, Sánchez Fernández también ha realizado multitud de esculturas para espacios públicos. Además, su obra se expone en varios centro de arte e incluso cuenta con un museo propio en su Almansa natal. En cuanto al significado de la escultura conservada en Santa Justa, la palabra 'Mikado' tiene múltiples acepciones, desde el tradicional juego de palillos japonés hasta un término empleado para referirse antiguamente al emperador de Japón. Sin embargo, quizá por la ubicación de la escultura, el significado más cercano sea el que hace referencia a un tipo de locomotora de vapor, llamada precisamente 'mikado'. El nombre lo tomaría de la ópera 'Mikado', estrenada en 1895 con gran éxito en Estados Unidos, país donde fue construida. Tras la venta de varias unidades a la Nippon Railway en 1897 se optó por este nombre como guiño comercial al país del sol naciente. En España fue un tipo de locomotora muy utilizada entre 1953 y 1975, período en el que llegaron a funcionar casi trescientas máquinas de este tipo, la mayoría fabricadas en territorio nacional. Una 'mikado' fue la última locomotora de vapor que funcionó en España en servicio comercial por lo que esta pieza de Sánchez Fernández sería un emotivo homenaje a una de las grandes apuestas de la industrialización española.

4 comentarios:

Guillermo Daza dijo...

Como cualquier residente en la ciudad, Santa Justa es lugar de paso, pero para mi es algo mas, ya que soy vecino y la cruzo en infinidad de ocasiones, simplemente para acortar distancias, cuando me dirijo al centro. He observado en muchas ocasiones las esculturas y siempre me gustaron, pero nunca he investigado sobre ellas. Gracias a tu entrada, ahora cuando cruce por la estación las veré de otra forma. Un saludo.

Sergio Harillo dijo...

A mí me ha pasado algo parecido, Guillermo. Llevo años viéndolas y nunca me detuve a indagar sobre ellas, pero tenía ganas de dedicarles un post. La verdad es que ha sido una búsqueda de lo más interesante.

¡Un saludo!

Líbero en zona dijo...

Muy interesante entrada. Ambas esculturas, a la luz de la información que nos brindas, parecen más sugestivas si cabe. En la próxima visita que haga a la Estación, les echaré una ojeada a fondo en honor de este post.

Abrazo y gracias por ampliar nuestra mirada artística.

Sergio Harillo dijo...

Quién sabe, lo mismo ahora empieza a pararse la gente en las esculturas y se les presta un poquito más de atención :)

¡Un saludo!