Cuando el año pasado salió la programación del Lope de Vega para esta temporada y vi que uno de los espectáculos era el musical Germinal busqué referencias por Internet para saber si merecía la pena o no comprar las entradas. Todo lo que leí sobre el estreno en Madrid era tan positivo que sin pensármelo dos veces me fui a comprarlas aunque aún faltaban varios meses para su representación. Me arriesgué. Y gané, vaya que si gané.
Germinal es una producción cien por cien andaluza creada casi desde cero por el Liceo Municipal de Música de Moguer (Huelva). Digo casi porque la historia se basa en la obra de Émile Zola que narra la lucha de un grupo de mineros por conseguir unas condiciones de trabajo más dignas. Tras el éxito de la adaptación del Fantasma de la Ópera hace unos años, el Liceo de Moguer se tiró a la piscina creando un nuevo musical, con música y libreto original. Esto es importante destacarlo, no se trata de una adaptación de un musical ya existente sino que Iván Macías ha compuesto la música para el libreto escrito por Félix Amador. El resultado es tan sorprendente, tan mágico, tan maravilloso, que no puedo más que sentirme muy, pero que muy orgulloso del trabajo realizado por todo el equipo que ha puesto en pie este proyecto aunque no los conozca de nada. Siempre he sentido envidia sana de las producciones de la compañía catalana Dagoll Dagom. Hasta ayer. Después de sentir y emocionarme con la historia de Germinal, le deseo un gran éxito a esta producción y espero que sólo sea el principio de una apuesta por la creación musical y teatral a nivel andaluz.
La historia de Germinal es de una gran actualidad a pesar de haber sido escrita en 1885. Es evidente que los derechos laborales han avanzado mucho desde entonces pero también es cierto que a día de hoy (y sobre todo con la crisis económica que estamos sufriendo) se siguen viviendo situaciones tremendamente injustas. Con este panorama no es difícil sentirte identificado con la historia de Étienne, Maheu, La Maheude, Catherine y todo el grupo de mineros que deciden ir a la huelga ante las abusivas condiciones laborales que les imponen los dueños de la mina donde trabajan.
En las diferentes críticas que he leído sobre Germinal, la referencia a Los Miserables era recurrente. Si bien es cierto que el parecido es razonable, personalmente creo que el trasfondo de Germinal es mucho más rico y la historia es más redonda. A ello ayuda un listado de canciones increíbles que están a la altura de cualquier musical escrito hasta ahora. Siguiendo la estructura de los grandes musicales, Germinal tiene solos de gran carga dramática, pasajes románticos, escenas cómicas para rebajar la tensión e intervenciones corales épicas. El resultado es fantástico y consigue hilar la historia del tal manera que las tres horas que dura el musical se pasan volando. La música en directo de la Banda Sinfónica del Liceo de Moguer unido a la calidad de las voces (quizá habría que trabajar algo más la dicción en algunos personajes) hacen de este musical una producción muy a tener en cuenta a partir de ahora y que bien podría contar con un montaje a la altura de los que se ven en las grandes capitales europeas.
Por poner algún pero, tengo que decir que si bien es algo habitual en los musicales clásicos el que en una misma escena haya varias historias cantadas al mismo tiempo, -recurso tomado de la ópera-, tal vez se podrían haber planteado estas escenas de otro modo para evitar que las voces se solapen en favor de una mejor comprensión de las letras.
Anoche en el Lope de Vega me emocioné, me metí completamente en la historia y disfruté muchísimo. Celebro que los musicales hayan vuelto a este teatro. Entiendo que FIBES ofrece una mayor rentabilidad a la hora de traer espectáculos debido a su número de localidades pero también es cierto que se disfruta mucho más un musical en un teatro como el Lope. La magia, lamentablemente, se pierde en grandes espacios.
Por último no puedo cerrar la crónica sin felicitar a todos los que han hecho posible este proyecto. Que una institución cultural de una localidad con apenas 20.000 habitantes sea capaz de montar algo así es digno de aplauso. El director de la Banda Sinfónica y autor de la música de Germinal cerraba ayer la representación elogiando la apuesta municipal por un Liceo que ha convertido a Moguer en todo un referente en creación teatral. Cuando ves resultados así, con un pueblo entero volcándose en un proyecto cultural no puedes más que sentirte orgulloso y mantener la esperanza en que todavía hay personas que creen que la Cultura puede y debe generar una sociedad mejor. Gracias a Moguer por este regalo.
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