viernes, 19 de junio de 2015

Los retos de Rosa Aguilar como nueva consejera de Cultura

Fachada principal de las Reales Atarazanas
La nueva legislatura en Andalucía se inicia con la recuperación de la Consejería de Cultura que será independiente de Educación, Turismo o Deporte. Susana Díaz apuesta de este modo por un sector clave en Andalucía y prescinde del anterior consejero, Luciano Alonso, para optar por Rosa Aguilar, ex alcaldesa de Córdoba que también fue consejera de Fomento y ministra con José Luis Rodríguez Zapatero.



Rosa Aguilar se enfrenta a varios temas fundamentales para la cultura y el patrimonio sevillanos que se quedaron sobre la mesa con la convocatoria de elecciones autonómicas. Uno de los proyectos clave de esta legislatura será la recuperación de las Reales Atarazanas, cuya conversión en un centro dedicado al diálogo con América se anunció en diciembre del año pasado sin que hasta la fecha se haya movido un solo ladrillo. Junta de Andalucía, CaixaBank y Cajasol se encargarán de devolver el uso a un edificio olvidado durante demasiados años con una inversión de diez millones de euros y un proyecto diseñado por Guillermo Vázquez Consuegra. La intención de la Junta es (o al menos lo era) abrir el nuevo centro cultural a lo largo del año 2017, convertido en un espacio en el que tengan cabida todas las disciplinas artísticas y donde la relación con América sea el punto central de la programación. De este modo se intenta recuperar en parte el pasado marinero del edificio creando vínculos entre la antigua metrópolis sevillana y el continente americano.

La creación de una fundación para la gestión del museo de Bellas Artes es otra de las tareas que deberá abordar la nueva consejera junto a su equipo. Prácticamente olvidado el proyecto de ampliación de nuestra principal pinacoteca, la mejora en su gestión es un paso que no puede demorarse más. Es necesario que el Bellas Artes se abra al siglo XXI y cuente con un organigrama mucho más plural, así como una mayor independencia económica que le permita crecer como museo. En peores condiciones están el Arqueológico y el Costumbres Populares, necesitados de remodelaciones que nunca llegan. Si bien la Junta de Andalucía no tiene competencias para llevar a cabo estas obras, sí puede exigir al Ministerio que las acometa al tiempo que busca una mejora en la gestión de estos dos centros. El cierre de los tres principales museos sevillanos desde el 15 de junio al 15 de septiembre a mediodía es una muestra de que algo no se está haciendo bien y que se requiere con urgencia una actualización del funcionamiento diario de las tres instituciones.

El centenario del nacimiento Murillo o el V Centenario del viaje de Magallanes y Elcano son otros proyectos que deberán materializarse en los próximos años (2017 y 2019 respectivamente) y que requerirán del entendimiento entre administraciones. La conmemoración de ambas efemérides puede suponer un gran impulso para la economía local, pero hay que elaborar proyectos que se alejen del derroche y los fuegos artificiales para apostar por un desarrollo sostenible que redunde en la mejora de la ciudad y no en productos creados para el consumo de masas. La excelencia debe primar por encima del Turismo y ahora que Cultura vuelve a ser una consejería independiente, esperemos que prime lo cultural por encima de lo turístico. Sevilla debe ser atractiva por sí misma contando con sus habitantes, no un producto temático creado para el consumo de los de fuera y ajeno a la realidad social de los que viven en ella.

Otros temas que deberán abordarse en los próximos meses pasan por la propia organización y gestión de la Consejería, demasiado oscura y hermética. Proyectos como el uso del Pabellón del Siglo XV por parte del colectivo La Carpa o la propia composición y ambigüedad de la Comisión de Patrimonio son muestra de que la forma de abordar la vida pública debe cambiar para abrirse más a la ciudadanía, ser más transparente y contar con profesionales que puedan aportar soluciones a problemas enquistados (no podemos olvidarnos del conjunto arqueológico de Itálica). Se ha hablado mucho de una "nueva forma de hacer política" de "transparencia" y de "diálogo", ahora ha llegado el momento de pasar del dicho al hecho y mostrar con realidades que estamos ante un cambio real y no un mero maquillaje con caras nuevas (y no tan nuevas). El cambio en la forma de hacer política es una exigencia ciudadana que los políticos deben asumir, sin embargo habrá que ver si los políticos de siempre están dispuestos a hacer las cosas de otro modo. Son muchos los frentes abiertos por la Consejería de Cultura y sin duda se pueden solucionar muchos problemas atendiendo a nuevos enfoques. Es hora de ponerse a trabajar por y para Andalucía.

2 comentarios:

Mari Carmen dijo...

Me ha encantado esta entrada tan precisa, clara y objetiva, enhorabuena. Además he aprendido.
Sí, creo que Rosa Aguilar puede hacer una buena labor al frente de su nuevo alto cargo político. Creo que tiene la cabeza bien amueblada, capacidad para gestionar bien, pero ahora toca demostrarlo. Es en las adversidades donde se conoce a un buen piloto, como dijo el sabio Séneca...
La Cultura no tiene que ver con el turismo populachero, estoy de acuerdo contigo. Ya es hora de obtener réditos de prestigio culturales con lo que nos expones y, desde la esperanza, espero que así sea.
Afectuoso saludo.
Mari Carmen.

Mercedes dijo...

Esperemos que esté a la altura. Saludos.