Julio León Rocha y Fran Pérez Román son los artífices de Teatro a Pelo, una vuelta de tuerca al tradicional concepto de representación teatral que busca un contacto más cercano con el público y su fidelización a través de piezas cortas relacionadas entre sí, que ha cosechado un gran éxito en Sevilla. Ahora dan el salto a las tablas del Teatro Quintero tras la experiencia de la pasada Noche en Blanco para presentar 'La Compañía', su última aventura escénica.
Podría decirse que Teatro a Pelo nace como un experimento ya que en Sevilla no había nada parecido. Después de 36 días de función, más de 3.400 espectadores y 8 capítulos, ¿cómo valoráis el éxito alcanzado? ¿Hay Teatro a Pelo para rato?
Cuando estrenamos el primer capítulo de Teatro a pelo no teníamos ni idea de todo lo que iba a pasar después. Como bien dices, este proyecto nace de las ganas de experimentar. Teníamos ganas de tener un proyecto de larga duración, no sólo para nosotros, sino para el público. Nos apetecía que el público estableciera un compromiso con un proyecto teatral que se prolongara en el tiempo y que una vez que saliera del espectáculo no se acabara su relación con la función, sino que pudiera volver más adelante para continuar la historia. Nos parecía maravilloso pensar que la gente pudiera encariñarse con unos personajes y que los siguiera a lo largo del tiempo. El día que estrenamos lo hacíamos sin saber cómo iba a responder el público y si la cosa iba a quedar sólo en aquella función. De aquello hace ya casi tres años, en los que el público nos ha acompañado cada noche de función y el proyecto no ha parado de crecer en diferentes aspectos. Esto quiere decir que estamos muy contentos con el recorrido que hemos tenido hasta ahora y, tanto por ganas como por respuesta del público, estamos dispuestos a que haya Teatro a Pelo para rato.
Desde Sevilla disteis el salto a Madrid, ¿cómo fue la experiencia? ¿Hay mucha diferencia entre el público sevillano y el madrileño?
La experiencia de hacer Teatro a Pelo en Madrid ha sido muy positiva. Nos llamaron para llevar el formato a Slowtrack Cañizares, una galería de arte con una propuesta muy interesante en pleno centro de la ciudad. Ya que nosotros trabajamos teniendo en cuenta el espacio, no queríamos dejar pasar por alto que durante nuestra función la galería iba a albergar una exposición del británico Andy Goldsworthy, de manera que decidimos que la serie que íbamos a arrancar estuviera inspirada en su obra. Fue muy estimulante crear a partir de su trabajo, en el que la poética de lo natural adquiere una dimensión casi mística. El resultado fue un drama poético del que quedamos muy satisfechos. Esto nos permitió probar el mismo formato pero con un género diferente, ya que lo que veníamos haciendo en Sevilla hasta el momento era más parecido a una sitcom. Funcionó igual de bien y nos permitió trabajar con el mismo sistema de trabajo pero para conseguir un resultado muy diferente en cuanto a la atmósfera. Pudimos, además, trabajar con unos actores estupendos con los que teníamos muchas ganas de trabajar. Entre ellos se encontraba el maravilloso Ramón Pons, que falleció el pasado mes de marzo. Sólo por haber podido trabajar con él, que nos enseñó tanto como profesional del teatro y tantísimo como persona, la experiencia hubiera valido completamente la pena, pero además pudimos disfrutar mucho de todo el proceso creativo, desde la concepción de la obra hasta la puesta en escena y el trabajo con los actores. En Slowtrack nos sentimos como en casa y se creó un equipo mágico que funcionó muy bien y con el que seguimos teniendo ganas de trabajar cuando la agenda nos permita volver periódicamente a Madrid.
Respecto al público, empezar a crear un público nuevo para el formato tuvo algo de excitante también. Aquí ya estábamos acostumbrados a que la mayoría de la gente que venía cada día supiera de qué se trataba, y en Madrid pudimos volver a vivir la primera experiencia de la gente al ver una serie de teatro y tan de cerca. Al final nos ocurrió algo que también pasa aquí y que nos encanta y es que terminas estableciendo una relación con el público más estrecha que en un espectáculo convencional al que la gente va un día y ya no vuelve más. Al tratarse del formato serie, la gente establece una relación más estrecha con los personajes y con la propia obra, la sienten un poco más suya y eso es algo muy bonito porque da lugar a un intercambio muy enriquecedor entre la compañía y el público.
Además nos permitió salir en El País, lo que nos dio mucha repercusión. Es una pena que tengas que estar en Madrid para que los medios nacionales se fijen en ti, pero desgraciadamente parece que sólo existe una escena cultural independiente interesante en Madrid o Barcelona, todo lo que pase fuera de estas dos ciudades queda fuera de la información nacional cuando están pasando cosas muy interesantes en ciudades como Sevilla o Málaga, por decir dos andaluzas.
Arantxa Sanchís y Javier Cobo en una escena de Teatro a Pelo |
Hasta ahora Teatro a Pelo ocupaba, literalmente, el Hostel La Caja Habitada que se convertía en un personaje más de la historia de Ana, Víctor, Mamen, Mariana y compañía. ¿Qué podrá ver el espectador en el Teatro Quintero? ¿De qué va 'La Compañía?
Cuando nos llamaron del Teatro Quintero para llevar allí Teatro a pelo, estuvimos dándole vueltas sobre cómo adaptar el formato a un teatro convencional. Ya que trabajamos con espacios naturales, hemos decidido utilizar el teatro como lo que es, como un teatro. Un teatro, sin necesidad de escenografía, es de por sí un espacio interesante y lo más interesante de los espacios es siempre las personas que lo habitan. En La compañía veremos el teatro por dentro, cómo se prepara un montaje y cómo es la vida de una compañía. Igual que en la serie que desarrollamos en La Caja Habitada, habrá momentos de humor, pero también trataremos diversos temas que nos interesan, como las dificultades de los procesos creativos o la preocupante situación del teatro y la falta de apoyo institucional. En este momento varios teatros históricos de la ciudad corren peligro de convertirse en cualquier otra cosa y, por supuesto, es algo que nos preocupa.
La última pregunta es inevitable, ¿tenéis nuevos proyectos en mente?
La verdad es que tenemos muchos proyectos en mente. Ahora estamos de lleno con La compañía. Después del estreno tenemos que trabajar en el siguiente capítulo, que aún no sabemos si será el que cierre la historia o habrá un tercero, pero queremos que sea una serie corta, para poder girarla por otras ciudades como un espectáculo completo. También estamos preparando una maratón de todos los capítulos de Teatro a Pelo desde el primero hasta el octavo en enero justo antes de estrenar el noveno, que será el último de la historia. Una vez que terminemos, sabemos que seguiremos, pero no tenemos aún claro cómo. El proyecto está muy vivo, seguimos con las mismas ganas que el primer día pero con muchos más apoyos y últimamente nos están llamando de muchos sitios. Más de un plan tenemos en mente, pero parece que si dejamos que las cosas pasen, la vida nos va dando sorpresas mejores de lo que esperábamos.
>> La Compañía se estrenará el próximo sábado, 29 de noviembre, en el Teatro Quintero a las 21:00 horas. Entradas a 8 euros. Más información y venta de entradas aquí
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