Cuando ayer por la mañana leí la convocatoria de prensa en la que se indicaba que el alcalde iba a presentar en el Ayuntamiento el proyecto 'Paseo del Arte' pensé en la Plaza de América o incluso en el Museo de Bellas Artes (por aquello de que en Madrid se conoce al Paseo del Prado como el Paseo del Arte por los museos que alberga).
Pero me equivocaba. El proyecto consiste en un edificio de varios volúmenes que se construirá en algún punto indeterminado entre la pasarela de la Cartuja y el puente de la Barqueta. No se han dado más detalles sobre su ubicación a pesar de ser un espacio bastante saturado de usos: un club de remo, la biblioteca Felipe González y un parque infantil. Los metros cuadrados, por tanto, escasean.
El proyecto está presupuestado en cuatro millones de euros e incluye varios edificios interconectados en los que encontraremos espacios para exposiciones, salas de música, miradores hacia el río, una piscina olímpica y, como no, quioscos y terrazas de verano.
En primer lugar, me parece poco acertado haber nombrado al proyecto como 'Paseo del Arte', una denominación que ya utilizan los artistas y artesanos que, desde hace años, organizan actividades los fines de semana en el Paseo de la O. ¿No había otro nombre? ¿Por qué se menosprecia de esta manera a un colectivo ciudadano que ofrece una alternativa artística y cultural?
Al margen del controvertido nombre, llevamos años hablando sobre lo infrautilizado que está el río Guadalquivir a su paso por la ciudad. Esta afirmación no deja de ser una verdad a medias, ya que los ciudadanos sí utilizan los varios kilómetros de paseo ribereño que hay entre Las Delicias y San Jerónimo; a cualquier hora del día hay personas paseando, patinando, corriendo, haciendo remo o piragüismo... El problema está en el abandono y mal estado de muchos espacios, como el Paseo Juan Carlos I o, sobre todo, la zona de Plaza de Armas. Esos cuatro millones de euros bien se podrían haber utilizado para remodelar todo el paseo, que falta le hace. Insistimos, el problema del paseo Juan Carlos I no es la falta de uso, sino su estado de conservación. El Ayuntamiento, una vez más, ignora el problema de fondo para quedarse en lo superfluo.
A la espera de conocer más detalles del proyecto (que será aprobado por vía de urgencia en la Gerencia de Urbanismo mañana miércoles), habrá que estar al tanto de varios aspectos controvertidos del mismo, como el aparcamiento "bajo rasante" con 260 plazas que se quiere construir (no se aclara por dónde accederán los coches, esperemos que no sea por el propio paseo como ocurre en Marqués de Contadero), los quioscos y terrazas de verano (la Ley ya obligó hace años a desmontar todos los bares que había en Torneo por el ruido que ocasionaban a los vecinos) y, sobre todo, de dónde se va a sacar el dinero para construirlo, ya que en algunos sitios leemos que es un proyecto municipal y en otros que es de iniciativa privada.
Fuente: Diario de Sevilla
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