Sevilla necesita urgentemente mejorar sus índices de desempleo. No sólo somos una de las provincias con un mayor nivel de emigración, sino que somos de las que menos crecemos en plena crisis. Así, el final del túnel se ve todavía más lejos. ¿Cómo es posible que una ciudad donde vivimos más de un millón de personas no sea capaz de levantar cabeza?
Pues en parte por cosas como la que anuncian hoy los periódicos. Lo que iba a ser un centro empresarial dedicado al sector audiovisual se ha reconvertido, por obra y gracia de la crisis, en un parque comercial donde la primera empresa que abrirá sus puertas será un Mc Donalds. Le seguirán un tienda de bricolaje y un centro comercial de la cadena Costco. El alcalde, que visitó ayer las obras de reurbanización, valoró muy positivamente los 750 empleos que se van a crear. Sinceramente, me parecen muy pocos para todo lo que perdemos. ¿Y qué perdemos? La oportunidad de ser fuertes en un sector que crearía empleo de calidad y que mejoraría la imagen de la ciudad.
Pensémoslo fríamente. En Sevilla se gradúan anualmente varios cientos de chavales en las diferentes universidades (privadas y públicas) que radican en la provincia. Una vez superados sus estudios, los recién graduados tienen dos posibilidades, quedarse en la ciudad y aspirar a trabajar en el sector de la hostelería o como dependiente de unos grandes almacenes, o marcharse a buscarse la vida a otro sitio. Esto es un problema, y grave. En Sevilla no se están creando oportunidades para que haya un empleo de calidad, sino que se está fomentando una excesiva terciarización de la ciudad que conllevará todavía más problemas. El primero, la destrucción del tejido comercial autóctono y el segundo la creación de un empleo inestable y mal pagado que no permite que la economía mejore. La ecuación es simple: si trabajas por cuatro duros, no te puedes gastar lo que no tienes. Si no se gasta, no se crea riqueza y la economía de la ciudad se resiente perjudicando, mayormente, al pequeño comercio, que es el que más trabas tiene para salir adelante.
Ante esto las administraciones pueden hacer dos cosas, o bien apoyar el empleo de calidad o abrir la puerta a cualquiera que llegue con un maletín lleno de dinero dispuesto a invertir a costa de lo que sea. Leemos hoy en prensa que el sector tecnológico (centrado casi en exclusiva en el Parque Tecnológico de la Cartuja) ha aumentado su facturación y mantiene el tipo. Pues bien, ¿por qué no apuesta nuestro Ayuntamiento por la Cartuja mejorando sus accesos, fomentando el transporte público, facilitando la apertura de los aparcamientos de Carlos III o haciendo de la Cartuja un lugar atractivo estéticamente para que lleguen nuevas empresas? ¿Por qué los polígonos empresariales e industriales de la ciudad siguen abandonados mientras se diseñan nuevos complejos en el Higuerón o Torreblanca? Lo primero que deberíamos hacer es publicitar, y a base de bien, las empresas que hay en Sevilla y que apuestan por sectores de vanguardia, como Aerópolis, como Abengoa, como Renault, todo sevillano debería conocer, a la perfección, la labor de estas empresas y lo que aportan a la ciudad. Quizás de este modo empecemos a cambiar un poquito la forma de ver las cosas y lo que ahora se vende como la panacea (un Mc Donalds) lo veamos como lo que realmente es, un restaurante de comida rápida.
Pues en parte por cosas como la que anuncian hoy los periódicos. Lo que iba a ser un centro empresarial dedicado al sector audiovisual se ha reconvertido, por obra y gracia de la crisis, en un parque comercial donde la primera empresa que abrirá sus puertas será un Mc Donalds. Le seguirán un tienda de bricolaje y un centro comercial de la cadena Costco. El alcalde, que visitó ayer las obras de reurbanización, valoró muy positivamente los 750 empleos que se van a crear. Sinceramente, me parecen muy pocos para todo lo que perdemos. ¿Y qué perdemos? La oportunidad de ser fuertes en un sector que crearía empleo de calidad y que mejoraría la imagen de la ciudad.
Pensémoslo fríamente. En Sevilla se gradúan anualmente varios cientos de chavales en las diferentes universidades (privadas y públicas) que radican en la provincia. Una vez superados sus estudios, los recién graduados tienen dos posibilidades, quedarse en la ciudad y aspirar a trabajar en el sector de la hostelería o como dependiente de unos grandes almacenes, o marcharse a buscarse la vida a otro sitio. Esto es un problema, y grave. En Sevilla no se están creando oportunidades para que haya un empleo de calidad, sino que se está fomentando una excesiva terciarización de la ciudad que conllevará todavía más problemas. El primero, la destrucción del tejido comercial autóctono y el segundo la creación de un empleo inestable y mal pagado que no permite que la economía mejore. La ecuación es simple: si trabajas por cuatro duros, no te puedes gastar lo que no tienes. Si no se gasta, no se crea riqueza y la economía de la ciudad se resiente perjudicando, mayormente, al pequeño comercio, que es el que más trabas tiene para salir adelante.
Ante esto las administraciones pueden hacer dos cosas, o bien apoyar el empleo de calidad o abrir la puerta a cualquiera que llegue con un maletín lleno de dinero dispuesto a invertir a costa de lo que sea. Leemos hoy en prensa que el sector tecnológico (centrado casi en exclusiva en el Parque Tecnológico de la Cartuja) ha aumentado su facturación y mantiene el tipo. Pues bien, ¿por qué no apuesta nuestro Ayuntamiento por la Cartuja mejorando sus accesos, fomentando el transporte público, facilitando la apertura de los aparcamientos de Carlos III o haciendo de la Cartuja un lugar atractivo estéticamente para que lleguen nuevas empresas? ¿Por qué los polígonos empresariales e industriales de la ciudad siguen abandonados mientras se diseñan nuevos complejos en el Higuerón o Torreblanca? Lo primero que deberíamos hacer es publicitar, y a base de bien, las empresas que hay en Sevilla y que apuestan por sectores de vanguardia, como Aerópolis, como Abengoa, como Renault, todo sevillano debería conocer, a la perfección, la labor de estas empresas y lo que aportan a la ciudad. Quizás de este modo empecemos a cambiar un poquito la forma de ver las cosas y lo que ahora se vende como la panacea (un Mc Donalds) lo veamos como lo que realmente es, un restaurante de comida rápida.
3 comentarios:
La primera pregunta que hay que hacerse es por qué los ciudadanos siguen votando a los políticos que tenemos, si nos demuestran constantemente que no están preparados para sacar adelante nuestra ciudad/comunidad autónoma/país.
Viendo los precedentes, seguramente se abandonan los polígonos para diseñar otros nuevos porque les permitirá llenarse los bolsillos en el proceso. Y ya está, les dan igual los ciudadanos.
Y mientras tanto aquí está mi novia, desde hace unos años licenciada en Comunicación Audiovisual y asqueada del panorama laboral de la ciudad, y ya se está viendo obligada a buscar empleo en Madrid...
Y si lo encuentra, me iré con ella, que soy ingeniero y no creo que tarde mucho en encontrar algo.
Los más preparados no tenemos más remedio que HUIR.
Holaaa !!!
Noo puedo estar más de acuerdo contigo Carlos y con el post.
Yo soy biológo y la verdad es que miedo me da el futuro de todas las personas que estamos preparados. ¿Es que para nosotros no hay sitios en Sevilla? ¿De be ser nuestra ciudad una ciudad de catetos? y con perdón por la palabra, por que no tener estudios no significa ser cateto, pero es verdad que personas menos formadas son las que viven felices por entrar a trabajr en un restaurante de comida rápida e icluso se pegan tortas... cuando lo que se debería hacer es fomentar el que no nos vendan la moto con trabajos cutres cuando nuestro nivel formativo nos pide más. Al final va ser verdad que solos OLE OLE y a divertirse, es lo único por lo que la gente, en general, responde en esta ciudad, una auténtica pena...
Saludos
Si desde hace años, se decía que iría allí la ciudad de la imagen, que Canal Sur y varias empresas mas se implantarían allí.
Luego eso se dejo de oir, hasta hace poco, pero ya no era ciudad de la imagen, ya era un centro comercial, con corte ingles/hipercor, hotel de lujo, blablabla.
También se comentaba que iría por aquella zona un tanatorio nuevo, pero na de na.
El hotel de lujo ya esta, se fue a una de las torres de nuevo torneo y es un hilton.
La verdad que ni para los que han hecho una carrera ni para los que no pasamos de bachillerato, hay trabajo, pero como no sigo buscando en lo que sea, porque yo al menos no me puedo ir fuera de Sevilla por el momento.
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