jueves, 23 de agosto de 2012

A propósito de...

Antonio Susillo fue un genio sin lugar a dudas y ello pese a la indiferencia que muchos le han prodigado. Es bastante significativo que hasta el momento, no haya sido merecedor de un completo estudio de su vida y obra, pero la historia de Sevilla está llena de ingratitudes sobre todo con sus escultores. Atrincherada en la fuerte tradición barroca, no entiende o no quiere entender, la evolución del arte y parece sentirse más cómodamente identificada con quienes únicamente son capaces de repetir lo que otros geniales artistas ya hicieron en los siglos XVII y XVIII.

Son palabras del escultor Sebastián Santos Calero extraídas de su artículo "La verdad escultórica de Antonio Susillo" que ayer, casi por casualidad, releí. Éste artículo está fechado en 1997, quince años después, se puede suscribir hasta la última coma en una Sevilla que sigue pecando de lo mismo. Cuando se inauguran desproporcionadas esculturas papales en lugares del todo inadecuados, no puedo dejar de pensar en ese magnífico escultor llamado Antonio Susillo, uno de los mejores artistas europeos de su época, tan olvidado, y del que en este año 2012 se cumplen 155 años de su nacimiento. Sólo hay que contemplar su Daoiz, su Velázquez o su Cristo de las Mieles para aprender lo que es una buena escultura. Luego, si el calor te lo permite, puedes compararlas con las recientes esculturas inauguradas en la ciudad. 

3 comentarios:

Toi dijo...

Suscribo su artículo. Es verdad que parece que Sevilla, su gente, somo veleidosos, injustos y noveleros, y que el público de Sevilla solo gusta, en general, del barroco, o remedos del barroco, o estéticas a veces innombrables. Pero sin duda también corre una corriente casi subterránea muy interesante de lo que se denomina, erroneamente, modernidad. El arte contemporáneo es magnífico en Sevilla, el no oficial, el no "emergente" como siempre ha llamado la Junta a sus protegidos (¿Hasta cuando van a estar emergiendo esos que hace ya mucho no son jóvenes?¿Es que no hay nadie más?) Basta ir por el Soho Benita para entender lo que digo, sociedad civil que lucha por compartir otra Sevilla, otra estética, tan real y válida como la otra, que no por viejuna carece de valores.
Toda esta introducción es para decirle cómo suelo estar de acuerdo con usted y su blog.... excepto cuando hace afirmaciones en las que da por supuesto asuntos que no son evidentes, o cuestiones con un punto de vista que da como inamovible pero que pueden ser, cuanto menos, discutibles. Aunque, claro, el blog es suyo y nosotros lo seguimos y le admiramos.
Una de esas afirmaciones la dice usted hoy, cuando escribe: "Cuando se inauguran desproporcionadas esculturas papales en lugares del todo inadecuados". Le pregunto: ¿Qué le pasa al monumento a Juan Pablo II? No lo estoy defendiendo. De hecho no me quiero definir. No es mi blog. Solo le pregunto. ¿Y la ubicación?¿Sería tan amable de explicarme porqué no le gusta ni el sitio ni las proporciones de la figura? Si quiere, claro. Es que de verdad que no lo sé. Recuerdo que en su momento habló usted de la estatua en cuestión, pero no lo encuentro ni lo pongo en pie.
Espero no haberle molestado con mi curiosidad.
Un saludo.
P.S.: Los catchas, o como se escriba eso que hay que introducir para demostrar que no es un robot quien comenta, me han hecho desistir varias veces de mandarle comentarios, por mi culpa sin duda, porque no consigo leer claramente las letras tan pegadas. Si le llega esto es que a la sexta o séptima lo habré conseguido. Ya llevo dos intentos.

Sergio Harillo dijo...

En primer lugar, Toi, lamento el tema de los comentarios y los códigos de validación. Me vi obligado a poner este tipo de control para evitar los mensajes anónimos desagradables que en lugar de opinar, directamente insultaban.

En segundo lugar, me gustaría decirte que cuando opino en el Blog, lo hago porque veo las cosas de una manera concreta. Evidentemente, opiniones hay para todos los gustos y mientras que en una conversación entre dos personas el punto de vista puede ir variando en función de lo que te aporta la otra persona, en un medio digital es casi imposible ese diálogo. Lamento si mis opiniones pueden parecer a veces inamovibles o tajantes pero en ningún momento pretendo imponer mi opinión ni establecer doctrina con ella.

Por último, el tema de la escultura del Papa. Desde que la vi en Cajasol (y posteriormente la he visto en varias ocasiones) me pareció una mala escultura. La veo desproporcionada en cuanto a cánones estéticos (la cabeza es pequeña en comparación con el resto del cuerpo y más cuando se ha colocado a cierta altura puesto que parece aún más pequeña vista desde abajo). La escultura en sí no me aporta absolutamente nada, es una pieza de bronce anodina y sosa. El sentido de la escultura es transmitir sensaciones y esta escultura, a mí en particular, como "obra de arte" no me transmite nada. Como recordatorio de un personaje concreto puede estar bien, pero para tener ese tipo de gesto no hace falta una escultura de dos metros de altura.

Sobre la ubicación, si bien es cierto que pasa bastante desapercibida entre los naranjos, no creo que la plaza Virgen de los Reyes fuese el lugar adecuado. Estamos hablando del corazón patrimonial de la ciudad, declarado por la Unesco (esa organización que tanto tenía que decir en cuanto a la torre Pelli, que ni siquiera se ve desde aquí pero que a nadie le ha interesado consultar para ubicar esta estatua). Para finalizar, vuelvo a incidir en que el arte público va por otros derroteros hoy en día, el colocar esculturas a personajes públicos tuvo su sentido en el siglo XIX en plena corriente historicista y ecléctica, pero hoy en día carece de sentido. A mí entender, claro.

Esa es, en resumen, mi opinión :)

Saludos!!

Toi dijo...

Gracias por su magnífica respuesta.
Uno de los debates más manidos y arcaicos es la definición de arte.
Para mi es lo que hacen los artistas.... cuando dimanan belleza. Se podrían desarrollar en un momento más de cien folios sobre el tema. Pero en definitiva, si a usted esa estatua no le conmueve, no le comunica inquietud, no le cuenta ninguna historia, no le habla de algo que sabía pero que no sabía que lo sabía, y en suma no le comunica belleza.... pues entonces es solo un metal que resuena y aturde, sin más valor que un ladrillo. En cuanto a la ubicación.... hummmm.... sí que es discutible. Los elementos patrimoniales que conforman una ciudad son los que dibujan su historia, y en concreto en Sevilla algo pasa a ser legendario y tradicional si se repite dos años seguidos o permanece de pie al menos cinco.
Ejemplos hay miles.
La plaza del Pumarejo existe porque un alcalde así llamado se le puso en los huevos que su mansión tenía que verse desde un espacio abierto y derribó, sin pestañear, un par de manzanas de delante, sin dedicar ni una fracción de segundo a sus habitantes, a sus historias, sus querencias, sus pertenencias o sus derechos, y a día de hoy el Pumarejo parece que no podría ser de otra forma, ya es así, como si no existiera otra posibilidad. Es solo un caso elegido al azar.
¿A usted le gusta la fuente de Laffitta, la que está en la plaza Virgen de los Reyes? A mi me parece horripilante, y que me perdone mi amiga Teresa Laffita, su nieta. Pero ahora nadie podría concebir ese corazón patrimonial sin ese surtidor bodrio. El PSOE nunca hubiera puesto ahí la estatua, pero ahora gobierna el PP y en esta décima de segundo de la Historia eso es lo que ha ocurrido. No tenemos perspectiva histórica para enjuiciar las Setas, que seguramente el PP no hubiera erigido.... creo, pero nuestros nietos emitirán su juicio, y entonces se podrá decir si fue un acierto esa ruptura estética, que tantos opinamos que sería una belleza y una genialidad si, de paso, no hubieran aprovechado para forrarse, robar, prevaricar y engañar a los sevillanos.... un poquito. Y que no parezca lo que no es... si esas tropelías las hubiera perpetrado el PP diría lo mismo. Si el material que lo conforma, conglomerado que no madera, aguanta, ya veremos que nos dice el paso de los años.
En definitiva, respeto su punto de vista, con el que suelo coincidir, y agradezco que haya perdido su tiempo en compartirlo, pero me parece, a mi, solo en mi opinión, que deberíamos esperar algunos años para terminar de saber si se han equivocado.... mucho.

Un saludo.