domingo, 13 de mayo de 2012

A propósito de la Serpentine Gallery

La Serpentine Gallery es una galería de arte que se ubica, desde 1970, en Kesington Gardens, en Londres. El edificio, una antigua casa de té de carácter clasicista construida en 1934, se encuentra junto al lago Serpentine, de ahí su nombre. La galería funciona como centro de arte contemporáneo durante todo el año, recibiendo unas 750.000 visitas, sin embargo, desde el año 2000 puso en marcha una iniciativa que le ha dado fama mundial. Cada año se encarga a un arquitecto de reconocido prestigio que diseñe un pabellón temporal en los jardines de la galería, un espacio que se utiliza para diferentes actividades culturales (exposiciones, charlas, proyecciones) durante los meses de verano y que incluye una cafetería. 

Los encargados este año de diseñar el pabellón han sido los suizos Herzog & De Meuron junto con el artista chino Ai Wei Wei, que han propuesto un interesante diseño (imagen superior) que pretende poner en valor los restos "arqueológicos" de los pabellones previos, excavando en el suelo para dejar al aire libre sus cimientos. El pabellón se cubre con una lámina de agua que se puede vaciar con facilidad para utilizar el espacio como terraza donde celebrar actos. 

A lo largo de estos años han participado arquitectos de la categoría de Toyo Ito, en 2002:


Frank O. Gehry, en 2008:


O Jean Nouvel, que diseñó el pabellón de 2010:


La idea del proyecto es sencilla, levantar un edificio efímero en una zona ajardinada para que londinenses y visitantes disfruten de los meses estivales en un entorno natural mientras asisten a una actividad cultural. Una idea tan sumamente sencilla que se podría exportar a cualquier otra zona verde del mundo. ¿Y por qué no a Sevilla? Mientras veía las imágenes de los pabellones, se me ocurrió la idea de hacer algo parecido en alguno de los parques sevillanos, en el Alamillo, en el Infanta Elena de Sevilla Este o en el de Miraflores. Se podría organizar cada año un concurso para que jóvenes arquitectos se encargaran del diseño, escogiéndose quizás otra época (el verano sevillano implicaría una climatización del espacio y con ello un aumento de los costes). Sería una bonita forma de acercar la cultura a los barrios y crearía un punto de atención cultural allí donde se construyera. El ser una obra de artistas noveles redundaría en el bajo presupuesto del proyecto al mismo tiempo que serviría de escaparate de jóvenes talentos de la arquitectura, dando la oportunidad a recién licenciados de aportar ideas frescas en un campo tan interesante y amplio como la arquitectura efímera.

2 comentarios:

DetectiveHallenbeck dijo...

Eso lo hacen en Sevilla y sólo va gente 2 días y a las 48 horas las vigas están podridas, las paredes llenas de graffitis, las zonas verdes hiper descuidadas y el sitio da más depresión que otra cosa...

Sergio Harillo dijo...

No podemos dejar de plantear ideas y proyectos por miedo a que pasen esas cosas que comentas. Precisamente hay que educar a la ciudadanía en el respeto y la conservación, de lo contrario, seguirán ocurriendo actos vandálicos.

Saludos!