lunes, 2 de abril de 2012

Gato por liebre


Cuando en 2010 se presentaba el proyecto para el Centro de Recursos para el Aprendizaje 'Antonio Ulloa', la Universidad de Sevilla mostraba un edificio con un interesante juego de fachadas. El nuevo edificio se abría a la avenida Reina Mercedes y a la zona ajardinada interior del campus con una doble piel que mutaría en función de la hora del día para proteger al edificio del sol. Los diferentes círculos que componían esta doble piel se abrían o cerraban regulando el acceso de luz y por ende, la temperatura que llegaba al interior. Una interesante aportación a la arquitectura de la ciudad.


Sin embargo algo ocurrió en el transcurso de las obras. Desde la presentación del edificio hasta su construcción, el edificio ha mutado de tal forma que es prácticamente imposible reconocer el proyecto que se presentó. Nada queda de la fachada que regulaba la luz ni del juego de volúmenes en el edificio. Lo que nos encontramos a día de hoy es un insulso y monótono cajón de ladrillo (eso sí, en dos colores, que no se diga que no han buscado "algo" de diseño) que no aporta absolutamente nada al campus de Reina Mercedes. Un edificio sencillo que soluciona de forma pésima la relación entre el campus y la avenida. Donde antes había un espacio abierto hacia los jardines centrales ahora nos encontramos este armatoste de cinco plantas de altura que colmata el espacio, ahogándolo y cerrándolo hacia Reina Mercedes. Una nota más (y ya van varias) de la poca aportación de la Universidad de Sevilla al patrimonio arquitectónico de la ciudad. Como sigan así, los únicos edificios que valdrán la pena de la US serán los que han heredado (Fábrica de Tabacos, Pabellón de México...) porque los de nueva construcción son anodinos. Algo que es incomprensible cuando la Escuela de Arquitectura titula cada año a decenas de nuevos arquitectos, ¿ninguno podía hacer algo más interesante?

6 comentarios:

Sergio dijo...

Como arquitecto, me he enfrentado algunas veces a la mutación de edificios desde el proyecto a la obra final. Tan sólo quisiera agregar al post que la construcción de un edificio pasa por tantas vicisitudes que muchos aspectos de un proyecto pueden ir cambiando. A menudo es debido a cambios de idea del cliente y otras de presupuesto. Desconozco qué habrá pasado en este caso, pero seguro que los arquitectos que hicieron el proyecto inicial tenían la intención de hacer lo que propusieron. En los tiempos de crísis en los que estamos, apostaría a decir de que este edificio ha sido víctima de fuertes recortes presupuestarios. Ciertamente es más barato hacer una caja anodina que desarrollar un despliegue de soluciones constructivas inovadoras.

http://about.me/sergioargiles

Sergio Harillo dijo...

Muchas gracias por tu aportación, Sergio. Efectivamente, seguramente los recortes económicos estarán detrás del cambio del edificio, pero aún así, se echa en falta un poco más de riesgo e innovación en la arquitectura que hace la US. Estoy convencido de que hay muchos alumnos o recién titulados por la propia Escuela de Arquitectura que darían lo mejor de sí mismos si se les permitiera participar en este tipo de edificios.

Saludos!

DetectiveHallenbeck dijo...

De hecho, ni siquiera se molestan en mantener los que han heredado. La Fábrica de Tabacos está en obras desde el comienzo de los tiempos y no creo que se tarde tanto. Y la fachada del Pabellón de Uruguay está en estado de ruina.

Arquitectura y Medio Ambiente dijo...

Como estudiante de Arquitectura, perteneciendo a la Escuela de Sevilla, agradezco mucho la publicacion de este post. Desde la misma escuela, llevamos reclamando mucho tiempo una mejora de las instalaciones, ya que nuestra sede se ha quedado pequenha y ridicula para la actividad necesaria de una Escuela de Arquitectura. Veo vital la incorporacion de los problemas reales de la ciudad, como ejercicios practicos incorporados a nuestra formacion academica. Quizas el panorama de paralizacion del sector no es alentador, pero queda claro, que la ciudad no se detiene por motivo de la crisis, seguira necesitando soluciones que respondan a sus problemas diarios. Nosotros arquitectos, somos los responsables de transformar el tipo de soluciones que se vino dando tiempo atras, de los que son herencia este tipo de intervenciones. Es nuestra la labor, la de reciclar antiguos edificios que gritan a voces ser recuperados e incorporados a la vida de la ciudad, en vez de seguir saturando una ciudad ya colmatada.

DiazM dijo...

Interesantes aportaciones, volviendo al inicio, creo que este edificio es un insulto a los años de esfuerzo en esta carrera y profesión. La excusa del dinero no debe servir para justificar estos diseños, los mejores proyectos no son los más caros, ahora debemos demostrar nuestra valía y la universidad con sus edificios debe dar ejemplo. Una pena que no sea así y se dediquen a "ensuciar" la ciudad de esta manera.

Sergio Harillo dijo...

Comparto vuestra opinión de que la Universidad, por su importancia dentro de la vida de la ciudad, debe contribuir a la mejora de la sociedad en todos los aspectos. Igual que se investiga sobre mil y un aspectos científicos, no es de recibo que construya edificios que empeoren la visión y patrimonio de la ciudad. Sin duda la US necesita revisar a sus arquitectos de cabecera, quizás haya llegado el momento de aportar nuevos valores y gente con ideas más frescas.

Siempre he considerado la arquitectura como un arte, y al igual que la pintura o la escultura, no todo el mundo está capacitado para realizar una obra de arte. La diferencia es que una mala pintura se puede guardar en un almacén, sin embargo una mala obra de arquitectura estará para siempre a la vista de todos. Cualquiera puede aportar un diseño arquitectónico, pero eso no significa que cualquiera pueda hacer un buen edificio.

Saludos!