viernes, 14 de octubre de 2011

Un retablo entre colchones


El Cabildo de la Catedral de Sevilla estudia ya qué empresa se hará cargo de la restauración del retablo mayor, el más grande de la cristiandad y que contará con un presupuesto de dos millones de euros para su limpieza y conservación. En los 30 meses que dure la intervención, la Catedral tiene previsto que los andamios sirvan para que el público pueda acceder al retablo y contemplar de primera mano la calidad de la tallas (de diferentes artistas del siglo XV) y la evolución de los trabajos. Las obras en el retablo mayor se suman a otras importantes iniciativas puestas en marcha en las últimas semanas tendentes a la conservación del principal monumento de la ciudad como la renovación de la solería en la Capilla Real, la limpieza de la piedra del interior del templo o la rehabilitación de la fachada de la calle Alemanes.

Al margen de estas importantes labores, la Catedral ha sido noticia por una cuestión menos patrimonial. Desde hace unas semanas se alojan en su interior un grupo de manifestantes que ocupan la parte de los pies del templo, justo detrás de la puerta principal de la Asunción. Era cuestión de tiempo que ocurriera lo que ha ocurrido hace unos días, y es que unos visitantes zaragozanos han puesto una queja por el estado en que se encuentra esta zona del edificio, con colchones y demás útiles utilizados por los manifestantes. El Cabildo no tuvo más remedio que devolverles el dinero, pero la queja quedó puesta. Evidentemente todo el mundo tiene derecho a protestar y a luchar por sus derechos, pero lo que no es de recibo es que alguien pague 8 euros y se encuentre el espectáculo. Como monumento visitable que es, debe ofrecer una serie de servicios al visitante que paga por acceder a él y ver un campamento en plena nave central, no entra dentro de los planes del visitante. Habría que preguntarse el por qué de la elección de la Catedral para la protesta, si el problema procede de la Consejería de Educación, ¿por qué no se protesta en sus instalaciones? La Catedral debe estar abierta a todos y es del todo lícito que se solicite para protestar, pero entonces, ¿por qué se cobra la misma cantidad al visitante?


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