No lleva instalada ni un mes y la calzada romana ya está empezando a mostrar una imagen de lo más lamentable. Ubicada en uno de los extremos de los Jardines del Cristina, además de no tener ningún tipo de protección ni información sobre lo que es, tiene que soportar el paso de los coches de caballo que aparcan sobre las centenarias piedras. La rápida instalación, unido seguramente al calor, ha hecho que el cemento se agriete, las piedras empiecen a separarse y ya haya algunas desprendidas.
Las cosas, cuando se hacen mal, dan la cara. Una vez más, el patrimonio sufre por culpa de malas decisiones que no tienen en cuenta su importancia.
3 comentarios:
Bueno, ya lo dije en un principio y lo sigo diciendo, no son las maneras ni las formas de conservar el patrimonio. Pero bien me dijeron entonces que gran facilidad tenia para criticar sin fundamento(http://culturadesevilla.blogspot.com/2011/06/habemus-calzada-romana.html).No creo que deba de seguir escribiendo pues todo queda dicho.
Por cierto enhorabuena por el blog me parece muy interesante.
Un saludo
Una calzada romana es meritoria por cómo esta hecha: orientación, construcción en capas, anchura, longitud, marcas de carros, mecanismos de desagüe, etcétera...
Estas 4 piedras son algo insignificante y basta con documentar por escrito que se ha encontrado una calzada romana en ese área. Poner en valor con exposición pública algo que no tiene valor y luego quejarse de que se está deteriorando es una curiosa manera de perder el tiempo
Antonio, te animo a que participes cuando quieras y des tu opinión que para nada me parece sin fundamento.
En cuanto al Anónimo, qué le vamos a hacer, será que a algunos nos gusta perder el tiempo. En mi opinión, esas piedras, por el mero hecho de haber formado parte de la Via Augusta y tener varios miles de años, pues considero que sí tienen valor. Que su conservación y reposición se ha hecho de la peor forma posible, pues sí, por eso "nos quejamos", para entre todos evitar que vuelva a ocurrir algo así. Te recuerdo que además de esta calzada (de la que por cierto aparecieron 30 metros, que es evidente que no han sido repuestos en su totalidad) apareció también un mosaico del que no se sabe absolutamente nada. Quizás corrió peor suerte que la calzada o quizás está almacenado en cualquier sótano polvoriento. Si no nos quejamos, el patrimonio se expolia sin ningún miramiento. Pero también podemos mirar para otro lado y dejar que nos arrebaten nuestro pasado y nuestra historia.
Saludos!
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