Pilar Távora: "La cultura es un alimento tan importante y necesario como cualquier otro que necesita el ser humano"

Pilar Távora inició los estudios de Psicología en la Universidad de Sevilla pero pronto se dio cuenta de que su camino discurría por otros senderos. Es así como en 1982 decide dedicarse al cine, pasión que no ha abandonado y en la que trabaja tanto en el género del documental como en el largometraje. Se podría decir que la Cultura le corre por las venas ya que su padre es Salvador Távora, reconocido dramaturgo. Ahora, una nueva encrucijada en su camino la ha llevado a formar parte del Partido Andalucista para las próximas municipales, donde ocupa el número dos de la lista encabeza por Pilar González.

¿Cómo es el modelo cultural que el Partido Andalucista propone para la ciudad de Sevilla si asumiera el área de Cultura?

Un modelo cultural activo, que fomente la participación y la intervención directa de los ciudadanos en la cultura de la ciudad, que no se concentre en el centro de la misma, es decir, descentralizado, y que se ocupe más de sus artistas en todas las áreas. Un modelo de cara al río y a la cultura e historia andaluzas para adentro y para afuera de nuestras fronteras.

Valore la situación actual de la Cultura en Sevilla. ¿Qué puntos fuertes observa? ¿Qué se podría mejorar para ofrecer un producto de mayor calidad?

Siempre se puede mejorar todo. La cultura hay que cuidarla y apoyarla no para dar a final de cada año una lista larga de eventos sino para que llegue a sus destinatarios. Los destinatarios son nuestra preocupación. Hay que invertir en cultura porque la cultura es el futuro de una ciudad diferente como la que queremos. Cuidar a los artistas y creadores sevillanos y proporcionarles las herramientas necesarias para que desarrollen su trabajo, es mejorar el producto que ofrecen y dar lugar a que éste pueda tener más calidad. Actualmente hay muy pocos puntos fuertes y muchos débiles y hay poca coherencia en la planificación cultural.

El presupuesto de Cultura es ínfimo en comparación con otras delegaciones. ¿Qué valor le da a la cultura como motor de desarrollo y creación de empleo?

Si atendemos a las puras estadísticas, a los datos, encontramos en la Cultura uno de los mayores nichos de desarrollo y de empleo. La cultura es un mundo muy amplio que abarca muchos sectores en los que participa mucha gente. La Cultura mueve y genera más economía de la que el ciudadano supone. La Cultura no significa sólo artistas y creadores, significa también puestos de trabajo para otros sectores, desde la hostelería hasta los artesanos, desde los diseñadores de vestuario, hasta los talleres de costura, desde la construcción de escenografía hasta el transporte, etc. La Cultura da de comer a muchas familias de diferentes áreas profesionales. Y, además, atrae a un público a la ciudad que también genera riqueza, en tiendas, bares, restaurantes, hoteles... etc. Esto no es entendido por el gobierno de la ciudad que hace de la cultura algo anecdótico, puntual, de eventos, sin una planificación global clara. Para fomentar la cultura no hace falta derrochar dinero sino saber cómo emplearlo, pero, evidentemente, hay que destinar a su desarrollo una parte del presupuesto coherente con un modelo de ciudad donde la cultura ocupa un lugar destacado y en el que se genera riqueza no sólo económica, porque no todo es economía. La crisis no debe ser excusa para arrinconar a la cultura sino todo lo contrario. La cultura es un alimento tan importante y necesario como cualquier otro que necesita el ser humano.

El Ayuntamiento posee la titularidad de varios edificios históricos cerrados y sin uso como la Sala San Hermenegildo, los Baños de la Reina Mora o la Cisterna romana de la Plaza de la Pescadería. ¿Cómo se podría dar un mayor uso ciudadano a todos estos espacios?

En primer lugar hay que llenarlo de contenidos que atraigan al ciudadano y que lo integre. Insisto en la cultura activa. La Sala San Hermenegildo comenzó con el andalucismo, que es quien la recuperó para la Cultura (Ortiz Nuevo) y se ha ido quedando sin vida, apagada, elitista y olvidada, y hay que volver a llenarla de vida, mezclar diferentes corrientes musicales, teatrales, plásticas, dancísticas y brindarlas a la ciudad. Por su situación es un magnífico lugar para que muchos sevillanos tengan acceso a sus actividades. Respecto a los importantes hallazgos romanos de la Plaza de la Pescadería, que parecen datar del siglo II, habrá que ponerlos "en valor", no sólo como visita arqueológica que puede unirse a una ruta turística trazada con otras zonas de la ciudad que ayude a financiar las obras sino también a otros aspectos culturales, que van unidos a nuestro proyecto de inyectar vida, vida y más vida en los museos y hacerlos parte y disfrute de la ciudad a través de utilizarlos como edificios donde se den la mano pasado y presente a través del arte y de espectáculos de diversas categorías, desde lecturas hasta representaciones teatrales, conciertos, etc. Hay que cambiar el modelo cultural, cambiarlos, en muchas ocasiones desde la raíz, pensando en Sevilla, en los sevillanos y en la generación de riqueza y cultura para la ciudad.

¿Qué propone su partido como solución para la colección Bellver? ¿Estaría abierto el Ayuntamiento a recibir nuevas donaciones que aumentaran la riqueza patrimonial de la ciudad?

En primer lugar, el tinglado que ocasionó la donación pasó por fases dignas de analizar en un apartado sólo para eso. Todo hay que estudiarlo y decidir con cordura y para casi todo, con criterios de austeridad, se puede encontrar una solución que beneficie a la ciudad. Me da la sensación de que la colección, al ser de pintores sevillanos y andaluces del XIX, no ha sido recibida con repiques de campana, cosa habitual, por otra parte, en estos casos. Por supuesto que todo lo que aumente verdaderamente, la riqueza patrimonial de la ciudad debe ser acogido, cuidado y rentabilizado por el turismo nacional e internacional y visto por los sevillanos para que conozcan y disfruten de su patrimonio cultural.

El Museo Arqueológico necesita urgentemente una rehabilitación, la ampliación del Bellas Artes se retrasa una y otra vez, el Museo de Artes y Costumbres Populares sigue con una planta cerrada a los visitantes por falta de presupuesto para su remodelación. ¿Qué posición debería tomar el Ayuntamiento respecto a los grandes museos de la ciudad?

En nuestro programa, como he apuntado anteriormente, están contemplados los museos, olvidados y mal cuidados mientras se gasta un presupuesto descomunal e inútil en unas "sombrillas-setas" que no hacen falta para nada en Sevilla y menos, donde las han colocado. Mucho me temo que con lo que queda aún que pagar para quitar el sol a la Encarnación, habrá que hacer juegos malabares para invertir en los museos, pero hay que hacerlo y, en nuestro caso, más aún, porque hemos pensado en ellos, porque son un magnífico patrimonio que no podemos permitirnos perder y porque tenemos para ellos proyectos de vida y de futuro como también he concretado anteriormente.

Santa Clara, la Fábrica de Artillería, la Fábrica de Vidrio o el Mercado de la Puerta de la Carne son proyectos que necesitan una enorme inversión para reconvertirlos en espacios culturales. ¿Qué se puede hacer con ellos ante la situación económica actual? ¿Qué usos plantea su partido para estos edificios?

En el andalucismo que se presenta al Ayuntamiento hay cordura, sentido común y prioridades; y la prioridad es el empleo, es bajar la tasa de paro en Sevilla. Y hay que caminar poco a poco. De los presupuestos actuales no puede salir todo, ni hay que hacerlo todo en cuatro años, ni todo tiene que ser destinado a espacio cultural, hay otros destinos también. En nuestro programa de Cultura llevamos lo que denominamos "semilleros de cultura", proyecto destinado a espacios grandes donde convivan e interactúen artes diversas, desde orfebrería hasta flamenco, pasando por el diseño o la pintura. La fábrica de Artillería, junto a San Bernardo, es un gran espacio que puede destinarse a ese fin, como lo es la fábrica de vidrio de La Trinidad (a cuyo cuidado y archivo de documentos podemos dedicar también una entrevista aparte). Son espacios a recuperar, no obstante, en la situación en la que nos encontramos, son proyectos que hay que estudiar con rigor y con sensatez.

El Instituto de la Cultura y las Artes (ICAS) ha demostrado no ser tan eficiente como se esperaba. ¿Qué plantea su partido para mejorar su gestión? ¿Se le puede sacar más partido a los espacios que dependen de él como el Centro de las Artes de Sevilla o el Casino de la Exposición?

En primer lugar planteamos ponerlos en manos de personas eficientes, que sepan cómo gestionar de verdad esos espacios y contar con los funcionarios de cultura que son útiles asesores y a los que se tiene arrinconados en los despachos, sin consultarles y hasta casi sin conocerles. Hay que reconducir todo lo que está mal, que es mucho en el tema de cultura. Creo que fue un buen proyecto que no se supo continuar y que se dejó en manos inadecuadas, de ahí su fracaso. Claro que se puede sacar más partido y a menor coste, sobre todo al CAS. Una de las cosas que hacemos es escuchar y saber por boca de los que disfrutan o sufren estos proyectos qué hay que erradicar y qué hay que reconducir. Nosotros vamos a trabajar con los artistas sevillanos, no de espaldas a ellos.

El recorte presupuestario ha afectado a la Orquesta Sinfónica, al Maestranza o al Castillo de San Jorge. ¿Será posible destinar más fondos a la cultura en Sevilla?

Voy a hablar de una orquesta que no figura en su pregunta, que es la Bética Filarmónica de Sevilla a la que se tiene en condiciones casi de abandono. Hay que recuperar su repertorio y hay que difundirlo por la ciudad porque es parte de nuestro patrimonio. Hay que prestar atención a la Orquesta Bética, la de Sevilla, como lo hizo el andalucismo cuando estuvo en el Ayuntamiento. Los fondos que hay son los que hay, por ello hay que establecer prioridades. La prioridad es conservar todos los puestos de trabajo actuales que se puedan y hacer arte de magia con el resto. No son tiempos de hacer ni planificar proyectos faraónicos, ni de derroches, en cultura ni en nada. Tenemos lo que tenemos y el destino de lo que tenemos para cultura -voy a insistir en esto- será un destino sensato, no destinado a conseguir el voto dentro de cuatro años con artificio, sino destinado a la ciudad, a los sevillanos y a un proyecto cultural que atenderá y reparará lo roto antes de construir lo nuevo y que sabrá darle uso a lo que tenemos llenándolo de nuevos contenidos, de nueva gestión y de rigor. Estamos hablando con los sectores culturales -que no me son precisamente ajenos-, estamos escuchando sus propuestas y reconduciremos la cultura de la ciudad teniendo en cuenta a sus protagonistas. No vamos a diseñar programas en los despachos, ni vamos a dejar que personas ajenas a la cultura y a la gestión cultural, estén encargadas de ésta. En función de todo esto, se gastará el presupuesto. Primero escuchar y luego actuar y reconducir. Nuestro programa de cultura es nuestro y no tiene por qué seguir las rutas trazadas por otro, pero tampoco vamos a tirar a la basura lo que sirva, por respeto al dinero de los sevillanos y porque hay que actuar a favor de la ciudad y no en contra de las propuestas o lo realizado por otro partido.

En su opinión, ¿Sevilla ocupa la posición que debiera por población, historia y capacidad, en el contexto internacional? ¿Nos estamos quedando atrás con respecto a otras ciudades o tenemos los deberes bien hechos?

Los deberes no están bien hechos. Sevilla merece mucho más reconocimiento internacional, por lo que puede ofrecer y por lo que es. No ocupa la posición que debiera, ni mucho menos. Ese es uno de nuestros empeños y para eso llevamos propuestas concretas en nuestro programa. Una de ellas, llamada "Sevilla se encuentra con sus hermanas del mundo", pondrá en contacto a Sevilla con todas las ciudades con las que se ha hermanado y a las que no se ha prestado ninguna atención: Buenos Aires, Rabat, Cartagena de Indias, Berlín, Columbus, Dusseldorf, La Habana, Cracovia... entre otras. Nos proponemos, a través de convenios con los ayuntamientos de estas ciudades, proyectar Sevilla en ellas y a traer un poco de ellas a Sevilla. Con sentido, con un "por qué" concreto. Es una forma diferente, nueva, posible, de que Sevilla vuelva a proyectarse en el mundo en todas sus dimensiones. Otro de nuestros proyectos para este fin es "La Sevilla Atlántica": el Archivo de Indias, la Biblioteca Colombina y la Escuela de Estudios Hispano-Americanos están en Sevilla y no se aprovechan para proyectar la importancia de esta ciudad en América. Las dos primeras tienen consideración de Patrimonio Mundial de la Unesco, la tercera es uno de los más afamados centros de investigación sobre la historia del que se denominó "Nuevo mundo". Vamos a utilizar este patrimonio para hacer de Sevilla una ciudad abierta y abrazada a la otra orilla. En nuestro programa están las acciones concretas que aquí no tengo espacio para exponer. Y hay que convertir a Sevilla en la "capital mundial del Flamenco". Cambiar el sentido y el uso de la Bienal y utilizar este patrimonio cultural-histórico y artístico para el mejor conocimiento del flamenco y de la ciudad. Yo ando por el mundo desde muy pequeña, conozco todos los continentes y puedo asegurar que Sevilla no tiene el reconocimiento que merece en el mundo.

Para finalizar, ¿hay algo más que quisiera añadir que no se haya tratado en las preguntas anteriores?

Sí, bastantes cosas que me temo no van a tener espacio suficiente para exponerlas. No se ha hablado de los barrios, de la cultura de los barrios. Sevilla tiene un patrimonio popular de un valor incalculable y ese patrimonio está, fundamentalmente, en los barrios. La Cultura en los barrios -algo que también corresponde a la etapa andalucista- es muy importante para nosotros. No sirve lo que hay. Tenemos que conseguir que los "barrios-ciudades" tengan su propia vida cultural, fomentándola, apoyándola y no haciendo de ella y de los barrios, bastiones de partidos políticos como lo son en la actualidad. Los barrios son de su gente, no de los partidos. Hay que tener agentes culturales que informen trimestralmente de la gestión, que sigan los proyectos y que aseguren que se cumple limpiamente lo prometido al barrio. Hay que abrir los centros cívicos los fines de semana, hay que dotarlos de actividades culturales que tengan que ver con el entorno y con sus gentes, y hay que crear bibliotecas llenas de contenidos andaluces, de historia, de poesía, de literatura, de relatos, de investigación sobre nuestro pasado y nuestro presente... y hay que fomentar la participación en las actividades culturales de niños, jóvenes y adultos. En nuestro proyecto para barrios se contemplan videotecas, a través de las cuales se pueden programar debates, encuentros... fomentar la creación y valorarla en el propio barrio, entre los vecinos. Interrelacionar unos barrios de Sevilla con otros, que no sean islas, que estén comunicados a través de la cultura y que estén vivos, informados y formados sin ningún tipo de interés partidista.

Proponemos también un "Pacto por la Cultura", atención a las salas alternativas, a las peñas flamencas a las que queremos dar apoyo y una dimensión mayor y más amplia, queremos volvernos hacia nuestro río a través de actividades culturales, queremos incentivar el deporte y a los deportistas sevillanos, queremos apoyar a los artistas sevillanos, tener en cuenta a nuestros mayores en nuestro proyecto cultural... las propuestas concretas para llevar a cabo nuestro proyecto "Sevilla, un río de Cultura", están en nuestro programa electoral.