La Exposición Iberoamericana de 1929 supuso la incorporación a la arquitectura sevillana de todo un muestrario de edificios historicistas levantados por los diferentes países hispanoamericanos participantes. E 1925, Santo Domingo decide participar en el certamen levantando un edificio de carácter efímero. Posteriormente se optó por un pabellón permanente que durante 75 años sería explotado por el gobierno dominicano.
El Pabellón se aleja del núcleo principal del certamen, ubicándose en la avenida de la Palmera, a medio camino entre el Parque de María Luisa y la Plaza de los Conquistadores, alrededor de la cual se desarrolló el sector sur de la Exposición. A la derecha, aún hoy se conserva el Pabellón de Cuba, al otro lado estuvo el dedicado a la Agricultura, actualmente desaparecido.
Del diseño del edificio se encargó el arquitecto Martín Gallart que, ante la falta de un "estilo tradicional" en la isla caribeña, optó por inspirarse en uno de los edificios más antiguo del país, el conocido como Alcázar de Colón o Palacio del Virrey. El edificio se estructura en un único volumen de planta rectangular con una arquería a modo de fachada. En la parte trasera se repite ese mismo esquema, con una doble arquería de arco de medio punto sobre columnas. Para dar mayor originalidad al edificio se le añadieron cuatro garitas en las esquinas que hacían alusión a la arquitectura defensiva, tan característica de las ciudades caribeñas, constantemente expuestas al asedio. Sobre la puerta de acceso se instaló el escudo de Diego Colón, hijo del descubridor, y que fue quien mandó construir el edificio. En los años treinta la República Dominicana cede el edificio al Estado Español que lo reutiliza como sede administrativa hasta que hace unos años fue recuperado por el Ayuntamiento. Tras esta última cesión se rehabilita eliminándose la imagen de abandono que lo acompañó durante años.
El Alcázar de Colón se ubica en la zona colonial de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana. Tras la designación de Diego Colón como gobernador de la isla, mandó construir este edificio de claras reminiscencias europeas, utilizando la piedra de la zona. Precisamente, en el pabellón sevillano, se imitó el despiece de las piedras en el mortero que cubre las fachadas. Las obras se prolongaron entre 1510 y 1514 dando lugar a un edificio del gótico tardío pero con leves pinceladas renacentistas apreciables en las arquerías de las amplias galerías abiertas en ambas fachadas. El resto de la construcción es de una solidez absoluta debido al carácter de fortaleza con que fue construida.
La familia Colón habitó el palacio durante varias generaciones, siendo abandonado desde principios del siglo XVII. A mediados del XVIII ya se encontraba en ruinas, habiendo sido saqueado. En 1870 fue declarado Monumento Nacional con la finalidad de evitar su desaparición, sin embargo, no será restaurado hasta la década de los cincuenta del siglo pasado.
La reconstrucción del edificio trató de recuperar la idea original del mismo, si bien no fue reconstruido en su totalidad. En la actualidad alberga un Museo donde se exponen diferentes testimonios de la presencia española en la isla, que logró la independencia en 1821.
Web del Museo Alcázar de Colón (enlace)
3 comentarios:
Y el Ayuntamiento también lo utiliza para oficinas, supongo, ¿no?
Efectivamente, son oficinas municipales, lo que no sabría decirte es de qué.
Un saludo!
Maese, he encontrado qué hay en este edificio. Actualmente es la sede de la Delegación de Conservación de Edificios Municipales del Ayuntamiento de Sevilla.
Un saludo!
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