Desde hace un par de semanas las máquinas han vuelto al Muelle de Nueva York. Con un presupuesto superior a los dos millones de euros, en esta última fase se dotará al paseo de una solería, mobiliario urbano, quioscos, nueva vegetación y una serie de motivos artísticos que hagan referencia al pasado industrial del Muelle. Las obras de remodelación llevaban cerca de un año paradas tras la culminación de la primera fase en la que se dotó al paseo de nuevos accesos y se reparó el histórico paramento de ladrillo que separa el muelle del Paseo de las Delicias, heredado de la Exposición Iberoamericana y que ya luce sus bancos totalmente restaurados.
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