sábado, 1 de enero de 2011

Monumento del mes: Torre del Oro

Empezamos 2011 deseándoos un Feliz Año en el que se cumplan todos vuestros deseos y en el que disfrutéis de la Cultura, la mejor arma que tenemos para crecer como personas y conseguir entre todos un mundo mejor. Como primer 'monumento del mes' de este año hemos elegido uno de los más significativos y a la vez más desconocidos de cuantos tenemos en Sevilla: la Torre del Oro, célebre bastión militar que decora la dársena del Guadalquivir desde 1221.


La Torre del Oro fue construida por los almohades como parte del complejo sistema defensivo de la ciudad. Desde la puerta del León de los Reales Alcázares partía un lienzo de muralla que, atravesando la actual avenida de la Constitución se dirigía hacia el río por la calle Santander donde se encuentra la Torre de la Plata y culminaba en la torre del Oro, construida como torre albarrana (último bastión defensivo de la muralla) que defendía el río de posibles ataques. Su nombre se ha atribuido, históricamente, a los azulejos de reflejo dorado que recubrirían sus muros en época musulmana o bien por su uso como almacén de las riquezas que llegaban del Nuevo Mundo durante el siglo XVI. Ambas explicaciones son bastantes discutibles y en realidad, el famoso reflejo dorado provendría del mortero que recubría el edificio en su etapa como torre defensiva y que le confería un cierto tono dorado.


Desde su construcción ha tenido diferentes usos; tras la conquista cristiana de la ciudad pasó a ser capilla para posteriormente utilizarse como prisión. Más reciente es su uso museístico, siendo sede del Museo Naval de Sevilla desde 1944. Con este uso cultural se aseguraba la conservación del edificio, que en los siglos anteriores corrió el riesgo de ser derruido en varias ocasiones al considerarse poco más que un trasto que estorbaba en la nueva configuración urbanística de la ciudad. Fueron los propios sevillanos los que en un alarde de ciudadanía se opusieron a su destrucción, salvaguardando para generaciones futuras esta joya de la arquitectura islámica.


No menos traumático fue el terremoto de Lisboa de 1755 que dañó gravemente la estructura del edificio, aconsejándose desde instancias municipales su demolición. Finalmente, fue restaurada por Sebastián Van der Borcht que en 1760 maciza la planta inferior del edificio, inutilizándola para siempre y añadiéndole el tercer cuerpo cilíndrico con cúpula que a día de hoy sigue rematando la torre. En esta misma intervención se acondicionó la actual puerta del museo hacia el Paseo de Colón, que antiguamente era el acceso al paseo de ronda de la muralla, por encima por tanto del nivel de calle. La última rehabilitación del edificio se produjo en 2005 cuando se sometió a una profunda limpieza exterior en la que se ganó en esbeltez al eliminar las escaleras que rodeaban la torre. Además, se llevaron a cabo labores de consolidación en la azotea que permiten el acceso del público para contemplar las magníficas vistas.


Un buen propósito de año nuevo bien podría ser conocer mejor nuestra ciudad y qué mejor forma de empezar que con la Torre del Oro. Y como siempre os animamos a participar en la encuesta sobre el monumento que encontraréis en el banner lateral.

Horario: De martes a viernes de 10 a 14 horas. Sábados y domingos de 11 a 14 horas.
Precio: 1€. Los martes la visita es gratuita.

3 comentarios:

Sevilla Arquitectura dijo...

Seguiré tu consejo con el propósito de nuevo año, casi ni recuerdo cuando visité la Torre del Oro.

Por cierto, La pobre Torre sigue todos los días rodeada de coches aparcados, no lo entiendo.

Saludos y feliz año nuevo

Anónimo dijo...

Actualmente me encuentro haciendo prácticas de museología y museografía en el museo que hay en la Torre del Oro, tan desconocido por el gran público. Mi propósito es que se pueda convertir en un referente para todos, sevillanos y no sevillanos, y que no sólo sea visitado para subir a ver la vista panorámica, sino que se presente como una oferta cultural más de la ciudad, de forma permanente y, si fuera posible, con diferentes actividades, como visitas guiadas o talleres de diverso tipo.

Por este motivo, quisiera agradecerle su labor de difusión del monumento (muy bien documentada) y animarles a todos a visitar también el Museo Naval que alberga en sus dos plantas de exposición, que, aunque es reducido en cuanto a tamaño, tiene piezas bastante interesantes. Además, la vista que puede contemplarse desde el mirador es una de las estampas más bellas de Sevilla.

Como curiosidad les indico que este museo, al igual que el de Capitanía General, es del Ministerio de Defensa y que, más concretamente, el Museo Naval Torre del Oro de Sevilla depende del Museo Naval de Madrid (Armada Española), siendo uno de sus llamados "museos periféricos".

Sergio Harillo dijo...

Hola Anónimo, gracias por la información que aportas. Espero que disfrutes mucho de tus prácticas y consigas llevar a cabo todos esos proyectos que comentas. Es positivo ver que hay gente que quiere cambiar las cosas y que lucha por mejorar nuestra infraestructura cultural.

A lo largo del mes quiero pasarme un día por la Torre del Oro, así que nos veremos por allí.

Un saludo!