La situación en la Delegación de Cultura sevillana no puede ser más pésima. Los presupuesstos para el año que viene se anuncian bastante negativos, pero es que los servicios básicos ya empiezan a verse afectados por los recortes. Las bibliotecas públicas cuentan con un personal de lo más ajustado y al no cubrirse las bajas, algunas han empezado a cerrar en determinados horarios ante la imposibilidad de ofrecer un serivicio al ciudadano. .
Mientras algunas bibliotecas cierran, otras ni siquiera abren sus puertas por falta de dinero para dotarlas, como es el caso de la de Torneo u otras proyectadas pero sin fecha para su ejecución (la Biblioteca Central de Sevilla estará en la antigua fábrica de Cruzcampo). Un ejemplo más del poco compromiso de nuestro Ayuntamiento hacia la Cultura. Lejos queda la famosa frase del alcalde "por cada biblioteca que nos paren, haremos dos más", pues bien señor alcalde, parece que aquel pronóstico está lejos de cumplirse. Lo mismo ocurre con el Plan de Bibliotecas aprobado en 2004, poco más que un documento utópico.
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Recomendamos a nuestros munícipes que se den un paseo por Barcelona y conozcan sus bibliotecas, verdaderos centros culturales de los que en Sevilla no podemos ni soñar. Para que os hagáis una idea, cada biblioteca "de barrio" de Barcelona es similar a nuestra Biblioteca Infanta Elena. Aquí, las bibliotecas no dejan de ser meras salas de lectura, algunas de tamaño verdaderamente ridículo para una población de más de 700.000 habitantes.
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Fuente: Diario de Sevilla
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