domingo, 5 de septiembre de 2010

Ponme una plaza...la que sea, pero baratita

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En Culturadesevilla ya hemos hablado varias veces sobre la calidad estética y urbanística de los espacios abiertos de nuestra ciudad. En Sevilla a cualquier cosa se le llama plaza, tan sólo es necesario que tenga cualquier pavimento y algo de mobiliario urbano. En este caso analizamos una plaza que comunica las calles Castillo Lastrucci y Juan Rabadán, en la zona de Torneo. Recientemente se ha construido una promoción de viviendas y seguramente el Ayuntamiento obligó a la constructora a construir un espacio abierto que debía ceder a la ciudad. Evidentemente la constructora ha hecho lo más básico del mundo. Dejando a un lado la calidad estética de las viviendas construidas, la plaza no hay por donde cogerla. Imaginamos que bajo ella hay un aparcamiento subterráneo por los respiraderos que pululan por la plaza. Y como hay un aparcamiento, claro está, se prescide del arbolado (cuando ya hemos visto en ejemplos como la Plaza de Jado de Bilbao que lo uno y lo otro no tienen nada que ver, puede haber aparcamiento y árboles, es cuestión de hacer bien las cosas).
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La plaza consiste en una gran explanada, porque el espacio es bastante amplio, jalonada por cuatro farolas y cuatro bancos, eso sí, de forja, que para eso estamos en el centro histórico de Sevilla y eso "es lo que se lleva". Ni una sombra, ni un detalle de buen gusto, nada. Lo más simple que se pudiera hacer. Con actuaciones como esta se degrada la calidad estética de la ciudad y por ende, la calidad de vida de sus ciudadanos que tienen que soportar semejantes despropósitos en sus calles. ¿Quién es el culpable? Pues la constructora por un lado por hacer lo mínimo para tener un mayor beneficio y el Ayuntamiento por permitir "eso". Han pasado muchos años desde que se hiciera la cutre plaza que hay tras la iglesia de San Luis. Pues seguimos en el mismo punto urbanístico, Sevilla no evoluciona. Y por último, para que no falte, se añaden cuatro parterres elevados para plantas que, supuestamente, deben sobrevivir por obra y gracia de alguna divinidad que se apiade de ellas.
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Y de una plaza nos vamos a otra. En Plaza de España siguen las obras de remodelación del interior de la misma (no olvidemos que en el edificio no se está actuando aunque bien falta le hace) que deben culminar el próximo mes de octubre. Para entonces Sevilla contará con un nuevo monumento dedicado a Aníbal González en el que ya se está trabajando como muestran las siguientes imágenes.
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6 comentarios:

Nacho dijo...

Esa plaza parece más una plaza de urbanización de playa que de una plaza que se encuentra en el casco histórico sevillano. Tampco entiendo esta moda de poner plazas duras sin sombra allá donde van construyendo aparcamientos subterráneos, ¿No existen árboles que extiendan menos las raices o algún método para controlarlos?, o al menos alguna pérgola.

RRomán dijo...

En la calle Inocentes hay otra igual; una superficie para dar balonazos lo críos y dejarse las rodillas. Por cierto, ¿qué pensáis del enclave de San Román, Peñuelas y Socorro? Forman estas calles un lugar que no tiene personalidad alguna: coches y algún que otro comercio.¿Qué solución proponéis desde vuestro blog?

Sergio Harillo dijo...

@ Nacho: Por climatología las plazas duras deberían evitarse a toda costa en nuestra ciudad. Si no se pueden plantar árboles, debería buscarse la sombra bien con pérgolas, bien con el propio diseño del edificio y sobre todo, introduciendo elementos como fuentes y plantas que refrescasen el ambiente. Lo de los árboles y los aparcamientos subterráneos es más una cuestión de presupuesto que de otra cosa, sólo hay que hacer el aparcamiento algo más profundo. El ejemplo lo tienes en Plaza de Cuba, aparcamiento abajo, árboles arriba.

@ RRomán: Creo qie la plaza de la calle Inocentes a la que te refieres es la que citamos en este mismo post, la trasera de la iglesia de San Luis, un lugar del todo inapropiado para la zona donde se encuentra. Han pasado varios años desde aquella nefasta actuación y se sigue cayendo en el mismo error.

Interesante la propuesta que haces de darle una solución a la plaza de San Román. Ya que lo mencionas, iremos a hacer fotografías para ofrecer una solución.

Un saludo!

Sevalber dijo...

Toda la razón Evento, otro bodrio desértico disfrazado de zona peatonal solo apta para valientes. Ya sabes que en Jardinico Alto (calle Goles al lado de San Laureano) había UN SOLO NARANJO y tras la posterior reurbanización (nombre extremadamente amable para la porquería que han hecho) decidieron que el reino de los árboles no era de este mundo...

Como va a abrir una guardería en la plaza que citas y hay espacio de sobra, espero que al menos se coloque una zona de juegos infantiles. Otra cosa que me veo venir es que en alguno de los locales abra un bar con sus correspondientes veladores y plas plas asunto liquidado...

Lo dicho, es lo siempre, el espacio urbano como relleno, zona de transición o de consumo. No debería ser tan complicado acudir a propuestas del tipo del Pasaje de Josefa Reina Puerto, será un misterio...

Respecto a la Plaza de España te quería preguntar, ¿siguen allí las grietas de la torre norte y todo el apuntalamiento?

Sergio Harillo dijo...

@ Sevalber: Lo del correspondiente bar con sus veladores es cuestión de tiempo, otra cosa será quién tenga el valor de sentarse en esa terraza determinados días del año.

Ya que pones el ejemplo de Josefa Reina Puerto, me dio mucha pena cuando eliminaron dos de las filas de árboles, ya no es lo mismo pasar por allí, ya no hay esa sensación de bóveda vegetal, se echan en falta.

En Plaza de España, los problemas de cimentación de la Torre Norte fueron solucionados y ya se retiraron los andamios. Lo que no recuerdo es si se ha actuado en la Sur, que presenta problemas similares pero menos alarmantes. Ya te digo que no recuerdo si se ha solucionado en la Sur o que estaban preparando el proyecto de intervención.

Un saludo!

Toi dijo...

Siempre he mantenido que tenemos la Sevilla que nos merecemos. Plazas llenas de escombros durante décadas, árboles imprescindibles que se talan, y nadie se encadena a ellos, estación de autobuses con mugre grasienta en lugar de pavimento, y tantísimas cosas más que ya aburre repetir.
Al final los políticos son también de Sevilla, no surgen por esporas, son de aquí y los vota la gente de aquí, y solo reflejan la desidia y la molicie que nos caracteriza.
Viendo blogs como éste, iniciativas privadas aisladas y esporádicas y de vez en cuando periodistas concretos que gritan en el desierto, ayudan a mantener encendida la llamita de la esperanza.
Pero creo que, desgraciadamente, Sevilla va a salir muy lentamente del adocenamiento. Saldrá, necesito creerlo, pero no sé si lo veremos.