Dicen que uno puede morir tranquilo después de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Sin duda, para un historiador del Arte, esa tríada se completa con el descubrimiento de algo que aporte un granito de arena a su disciplina. John Marciari debe pensar en estos momentos que ya puede morir tranquilo tras haber descubierto lo que podría ser un Velázquez en los sótanos del Museo de la Universidad de Yale. De confirmarse la atribución no sería una obra cualquiera del genio sevillano, sino una de sus primeros lienzos, en la que la influencia de sus maestros es clara pero donde ya apunta que su camino nada tendría que ver con las enseñanzas de su suegro y tutor Francisco Pacheco.
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El cuadro en cuestión se titula "La educación de la Virgen" y se encuentra en muy malas condiciones. Tras el rastreo del origen de la obra, Marcieri cree que pudo formar parte del convento carmelita de Santa Ana, en Sevilla. Por diferentes avatares históricos el lienzo acabaría al otro lado del charco. Tras la publicación de la atribución, deberán comenzar los estudios pertinentes y sobre todo la restauración de la obra para poder adjudicarlo definitivamente a las manos de Velázquez. En Sevilla el descubrimiento ha sido la noticia del día, los políticos rápidamente han salido a la palestra para celebrar la buena nueva pero sin duda nos quedamos con la alegría del responsable del Centro Velázquez, Benito Navarrete. Ya se apunta la posibilidad de que el cuadro viaje a España para que pueda ser estudiado en los talleres del Prado y quién sabe si recalará en Sevilla donde podría ser comparado con obras de la misma época como La imposición de la casulla a San Ildefonso y la Inmaculada recientemente comprada por FOCUS.
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Ante esta noticia, creemos que el Centro Velázquez debería dar un paso más en su trayectoria. Hasta ahora se ha centrado en su exposición permanente, en congresos y talleres. Quizás sería el momento que Abengoa le diera una vuelta de tuerca al Centro, convirtiéndolo en un lugar de estudio, con especialistas en la obra de Velázquez y talleres de investigación donde pudieran ser analizadas las obras. Sería un prestigio internacional que obras como la que acaba de aparecer en Yale fueran estudiadas y autentificadas en Sevilla. Sería un impulso definitivo para el Centro Diego Velázquez que lo colocaría en el panorama artístico internacional.
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Como nota negativa en toda esta historia, no podemos dejar pasar las palabras de la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla que ayer hizo referencia precisamente al Centro Velázquez, alabando su labor cuando en realidad el Consistorio, desde que ella es delegada de Cultura, ha ignorado por completo a este Centro descartando el apoyo económico al que se comprometió en su día. Hay que estar en las buenas y en las malas, no es ético apuntarse tantos sólo cuando interesa.
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