jueves, 8 de abril de 2010

Sevilla inspirada: Casino de la Exposición

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El Casino de la Exposición fue diseñado y construido por Vicente Traver cuando éste se hizo cargo de la finalización de las obras de la Exposición Iberoamericana de 1929 tras la dimisión de Aníbal González. Las obras comenzaron en 1926 y tenían como fin ser la sede del Pabellón de Sevilla junto con el anexo Teatro Lope de Vega. Como fuente de inspiración, Traver recurrió al estilo barroco y más concretamente al barroco levantino de donde era oriundo. La inauguración tuvo lugar el 30 de marzo de 1929. La historia del edificio ha tenido grandes altibajos, llegando a convertirse en hospital tras la Guerra Civil y quedando abandonado durante algunos años hasta que en los ochenta se decidió su restauración y recuperación como teatro municipal de cara a la Exposición Universal de 1992.
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Para encontrar un primo lejano de nuestro Casino de la Exposición tenemos que mirar hacia Alemania, allí, en la ciudad de Dresde se halla un precioso palacio conocido como Zwinger. El conjunto palaciego está compuesto por varios edificios que rodean un jardín. Uno de esos pabellones es el Glockenspiel y recuerda bastante al Casino. Se trata también de un edificio con una imponente fachada con grandes vanos de acceso y un remate muy decorado con motivos barrocos. Mientras que en el ejemplo sevillano el edificio está coronado por una cúpula cilíndrica de azulejos, en Dresde la cubierta es broncínea y tiene el color verde característico de muchos edificios europeos.
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La construcción del Zwinger se remonta a 1711 cuando fue levantado según los planos de Mathäus Daniel Pöppelman y Balthasar Permoser culminando las obras principales en 1728. El conjunto de edificios se construyó como pabellón de recreo de la corte ampliándose en el siglo XIX con una nueva galería que mira hacia el Elba. Desafortunadamente el palacio fue bombardeado y destruido en 1945 cuando la ciudad de Dresde fue prácticamente arrasada por los aliados. Apenas un año después comenzaron las obras de reconstrucción, incansablemente se fueron levantando de nuevo, uno a uno, todos los pabellones que conforman el palacio hasta que en 1963 fueron concluidas las obras. Actualmente acoge usos museísticos con varias instituciones culturales en su interior.
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En este caso hay que echarle un poquito de imaginación para ver el parecido entre ambos edificios. Principalmente vemos la similitud en el perfil de la fachada, de tipo curvo, así como en su monumentalidad y la arquería de acceso con dos alas a sus lados que contribuyen a realzar el carácter curvo de la fachada y le dan un gran movimiento. La decoración de tipo barroca que decora ambos edificios ayuda a mimetizarlos aún más.
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