domingo, 25 de abril de 2010

El Jardín de la desidia


Dos semanas han pasado desde que se reinaugurara el Jardín Americano y el aspecto que muestra es cada vez más desolador. Lo que más llama la atención es la total falta de personal en el mismo, tanto vigilando el espacio como manteniéndolo.
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La falta de civismo es el principal problema que tiene el Jardín, a pesar de ser un recinto vallado, por las noches se cuela gente como demuestran los restos de botellonas en varios parterres. Junto a la suciedad, resulta muy desagradable ver la falta de respeto por las plantas que tienen muchos "visitantes": gente pisando los parterres para acortar camino, gente dañando plantas por el simple gusto de dañarlas... es increible la falta de educación de determinadas personas.
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Un Jardín de estas características e importancia debería contar con una cuadrilla de jardineros que mantuviera las diferentes especies que se conservan. La realidad en el Jardín Americano es bien distinta, al no haber ningún personal manteniendo el espacio, las estampas en determinadas zonas son cuanto menos, desagradables: gran cantidad de peces muertos en el lago, ropa ¿tendida? en la zona de las cascadas, algas y más algas donde debería haber nenúfares, plantas que necesitan un apoyo para no doblarse y crecer torcidas, plantas que piden a gritos un mantenimiento, plantas muertas, parterres sucios, tubos de riego rotos...
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Han hecho falta dieciocho años para poder volver a disfrutar de este magnífico jardín, como se siga sin asignar un presupuesto y un personal al mismo, en menos de dos meses habrá que cerrarlo de nuevo para evitar su desaparición. Se han gastado 8'5 millones de euros públicos, no se puede consentir esta desidia.
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3 comentarios:

Sevalber dijo...

El último día que pasé por allí fue el lunes pasado y sí vi personal de mantenimiento, otra cosa es que no sea suficiente. De lo demás que citas ya envié un correo a Naturalia XXI antes de que se abriera el jardín preguntando con toda claridad si esta vez iba en serio o en poco tiempo volveríamos a las andadas, misiva que obtuvo la callada por respuesta...

Tengo entendido que el primer año de mantenimiento corresponde a Tracsa y que posteriormente parece que se va a encargar la delegación de Medio Ambiente de la Junta, en cualquier caso la Fundación Naturalia XXI tendrá que velar por el buen uso del recinto, claro que en cuanto topamos con la política la cosa se complica...

Lo que nadie nos va a quitar es denunciar en nuestros blogs, en el correo de dicha fundación y en donde haga falta las irregularidades que vayamos detectando, yo tampoco he visto vigilantes y me parece increíble que no haya ni uno (el día de la inauguración abundaban...)

Saludos.

Redacción dijo...

Buff ya estamos!! Es que no se puede convertir un jardín botánico único en España en un "parquesito" de barrio donde irse a tomar unas litronas. Hay que controlar el acceso sí o sí, entrada simbolica al estilo del Carambolo, 1,5-2€. En que se piensa colocando un carril bici por medio del jardín, ¿no se han gastado casi todo el presupuesto en la pasarela flotante (un acierto por otra parte?). Yo cuando fui a visitarlo estaba allí el alcalde dando el mitin, por que no lo dío en el burbuja amazonica o en el jardín acuatico, o mejor en el estanque del úmbraculo lleno de basura, nooo!! se fue al lago al lado de la palmera giratoria para los niños.

No hay que irse muy lejos, sólo al carambolo, oasis cuidado las 4 estaciones del año, por que no aprenden quien ha dejado al alcalde cagarla de esta manera. Pués deberíamos unirnos los blogs sevillanos que nos dedicamos a la cultura, actualidad, arquitectura, etc, de la ciudad y decirle al alcalde que es y que no es un jardín botánico. Saludos!

Soy ficción dijo...

Sí, fui la semana pasada y el ambiente es tal y como decís desolador... Y me gustaría comentar que los carteles que se han usado para la identificación de especies son de lo peor que he visto, no sólo estéticamente,son además aburridos, carentes de información que pueda interesar a un público no especializado y desde luego ineficaces en su misión. Además de que está muy mal distribuido y señalizado, es un poco caótico y difícil de seguir si se desea hacer una visita más allá del simple paseo por el río.

Necesita como decís un control de acceso, personal y una inversión real en el jardín en sí, no en tarimas, carriles bici y parques infantiles...