Arte en la calle "Castelar"

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En uno de los vértices de los Jardines del Cristina se halla el monumento levantado en 1930 en honor a Emilo Castelar. La iniciativa partió del periódico "El Liberal" que retomó un proyecto que venía coleando desde 1903. Emilio Castelar (1832-1899) fue un político republicando que agitó la España de la segunda mitad del siglo XIX participando en el derrocamiento de la reina Isabel II y formando parte del gobierno republicano llegando a ser nombrado Presidente del Poder Ejecutivo de la I República.

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La obra fue encargada al jovencísimo escultor Manuel Echegoyán que por aquel entonces se encontraba aún estudiando en la Escuela de Artes y Oficios sevillana. El diseño recupera un modelo clásico que consiste en tres volúmenes verticales sobre un pedestal a modo de escalinata. En el módulo central aparece el busto del homenajeado acompañado del texto "El Genio de la palabra / emancipó la esclavitud" en referencia a su labor para abolir la esclavitud en Puerto Rico y a su gran don de la oratoria. A los lados, dos figuras femeninas representan a la Historia y a la Elocuencia. La decoración se resume en guirnaldas vegetales y flores. Un monumento sobrio y sencillo para un personaje fundamental en la Historia de España.
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Manuel Echegoyán está considerado como el pionero de la escultura contemporánea en Andalucía. Su clara inclinación hacia el republicanismo le llevó a participar en la Guerra Civil tras la cual fue encarcelado y destituido como profesor de la Escuela de Artes y Oficios. No le quedó otro remedio que abandonar la senda de las vanguardias y entregarse al arte más tradicional, trabajando como imaginero en Sevilla. No será hasta los años 50 cuando abrace nuevamente las corrientes más renovadoras pasando del figurativismo a lo abstracto. Su obra, al igual que la de otros escultores contemporáneos andaluces, ha sido injustamente tratada precisamente por esa ruptura con los cánones clásicos.

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El estado del monumento deja mucho que desear. Hace unos años fue limpiado pero no se repusieron los elementos que le faltan. Su ubicación no ha ayudado mucho a su conservación visto el mal uso que se hace de los Jardines del Cristina y tampoco le ha venido muy bien el estar encerrado durante años por las obras del Metro. Del parterre diseñado por J. P. Martín en 1930 apenas queda nada. Esperemos que llegue el día en el que no sólo se adecente el Jardín del Cristina, sino que se restaure el monumento en condiciones y se le rinda un merecido homenaje al escultor Echegoyán.

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