¿Qué harías con...?

BAÑOS DE LA REINA MORA
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Ubicados en la calle Baños, a la que dan nombre, estos hamman árabes del siglo XII se encuentran en restauración desde el año 2002. Diversos son los avatares que han padecido estas obras sufragadas por la Gerencia de Urbanismo y la Junta de Andalucía. La primera de ellas es el mal estado de conservación de los baños que han obligado a prácticamente reconstruir algunas de las estancias del edificio.

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Tras la conquista cristiana los baños siguieron teniendo el mismo uso hasta el siglo XV. Ya en el XVII el edificio es cedido a la comunidad de monjas agustinas para que lo convirtiera en convento. Es en este momento cuando sufre grandes transformaciones y ampliaciones para adecuarlo a su nuevo uso. La sala principal, decorada con una bóveda sostenida por columnas es reformada para convertirla en claustro del convento, por lo que perdió la primitiva bóveda. Los baños tendrán diferentes usos posteriormente, llegando incluso a formar parte de la Comandancia General de Ingenieros a finales del siglo XIX. A mediados del siglo XX el edificio está prácticamente en ruinas, siendo declarado Monumento Nacional en los años 80 y Bien de Interés Cultural en 1996. A pesar de la protección, las medidas para su conservación brillan por su ausencia hasta 2002 cuando se inician las obras de recuperación, una labor que a día de hoy no ha culminado.

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Actualmente falta por realizar la última fase de las obras, la consistente en la construcción de una nueva fachada a la calle Baños ya que la original se perdió con el tiempo y donde hoy en día hay un solar. Esta nueva fachada serviría de acceso al edificio además de completar los posibles usos que se le den a los Baños.

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La propuesta
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En realidad ya existe una propuesta para cuando terminen las obras de rehabilitación de este singular espacio, uno de los hamman más grandes de los conservados en Al Andalus. Se pretende darle un uso cultural como pequeña sala de conciertos, conferencias... además de promover su visita.

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Por las dimensiones del edificio, el convertirlo en una pequeña sala de conciertos, conferencias, presentaciones y demás, nos parece una muy buena idea. Pero además, su visita cultural debe ser una prioridad para las autoridades competentes. La titularidad del inmueble es algo a tener en cuenta ya que pertenece a una Hermandad y a la Comunidad de Vecinos del edificio donde se encuentra. Sería bueno designar un ente u organismo que se encargara del espacio y fuera el que propusiera las actividades que se lleven a cabo en él ya que sería una pena que un elemento patrimonial de tantísimo valor tuviera un uso esporádico y meramente privado, y más cuando se ha restaurado con dinero público.

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Para favorecer su conocimiento podría diseñarse un discurso expositivo que diera a conocer no sólo la historia del propio edificio sino de la importancia de los baños y el agua en general en la cultura islámica. Así, se explicaría al visitante en qué consistían las diferentes estancias que conformaban un hamman, la importancia del agua en el ritual religioso musulmán (era necesario lavarse antes de entrar a una mezquita) o el uso del agua como elemento decorativo en los jardines. En definitiva dotar de mayor atractivo a este espacio aunque el principal reclamo siguiera siendo el propio edificio.

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Fotografías de ArteSacro