martes, 21 de abril de 2009

Jarros de agua fría para el Ayuntamiento


La prensa nos trae hoy dos noticias nada nuevas pero que vuelven a dar un toque de atención al área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla.
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Por una parte, los medios locales (aquí) hacen referencia al desinterés del Ayuntamiento por el Centro de Investigación Diego Velázquez. Cuando se compró el cuadro de Santa Rufina por parte de Focus-Abengoa, todo eran alabanzas hacia la Institución. Se firmó un convenio marco por el que el Ayuntamiento cedía una serie de obras al nuevo Centro y se comprometía a sufragar parte de sus gastos con 500.000€ anuales. A día de hoy nada se ha vuelto a saber de ese dinero, Focus se sigue haciendo cargo en solitario de los gastos del Centro a pesar de que el cuadro, en un futuro, revertiría al patrimonio de la ciudad, osea, al Ayuntamiento. Además, Cultura no ha cedido todos los cuadros que prometió y los que ha cedido lo ha hecho tarde (uno de los motivos por los que el Centro Velázquez ha tardado tanto en abrir sus puertas ha sido, precisamente, la tardanza del Ayuntamiento en prestar determinadas obras). A pesar de todo desde Cultura se insiste en que se está a la espera de la tasación oficial del Santa Rufina para mover pieza. Mientras tanto, el Centro Diego Velázquez sigue funcionando gracias al empeño de Focus y esperemos que ese empeño no haga sino crecer con el paso del tiempo, con o sin el apoyo del Ayuntamiento.
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Por otra parte, Mariano Bellver vuelve a dejar patente el escaso interés que las administraciones (Ayuntamiento y Junta) tienen hacia su magnífica colección. Oficialmente se está trabajando en su tasación para posteriormente decidir qué hacer con este legado, pero el coleccionista reconoce que poco se ha avanzado en esta labor. Esperemos que algún día podamos disfrutar de esta colección y seguimos creyendo desde este Blog que la mejor opción sería que el propio Bellver desarrollara el proyecto para crear un Museo privado que contara con puntuales colaboraciones públicas. De este modo nos evitaríamos el mareo al que nos tienen sometidos las administraciones.

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